Málaga

La fuente de las Tres Gitanillas ya luce en la Avenida de Andalucía

  • Las empresas adjudicatarias de este tramo del Metro la reubican en la plaza de donde fue retirada hace diez años

Proceso de instalación de la fuente de las Tres Gitanillas.

Proceso de instalación de la fuente de las Tres Gitanillas. / Javier Albiñana

La Junta de Andalucía acelera en su apuesta por liberar la Avenida de Andalucía de la herida que durante una década le ha causado la obra del Metro de Málaga. Y muestra de este refuerzo es el estado que ya en la tarde de este lunes presenta la fuente de las Tres Gitanillas, una de las instalaciones más conocidas de la capital pero desaparecida desde abril de 2010. En esas fechas fue cuando, como servicio afectado por el avance de suburbano, fue obligado su traslado. Hasta ahora.

Las Tres Gitanillas vuelven a lucir en su emplazamiento original, la plaza Poeta Manuel Alcántara. Lo hace con un aspecto renovado, a pesar del transcurrir de los años, tras haber sido objeto de una labor de conservación y restauración. Por el momento habrá que esperar aún unas semanas a que la fuente esté completamente finalizada y en funcionamiento. El compromiso asumido por la Consejería de Fomento es que ello ocurra a más tardar el próximo 17 de julio.

Más allá de elemento icónico del conjunto escultórico, la instalación de la fuente conlleva un trabajo de enorme envergadura. Su reposición incluye la ejecución de la obra civil del vaso donde va implantada, así como todas las instalaciones hidráulicas y de bombeo para los chorros del agua y juego de luces. Para albergar las instalaciones de impulsión se ha acometido un depósito de 40 metros cúbicos y una sala de máquinas de 20 metros cuadrados donde se albergarán todas las bombas y cuadros eléctricos. Y antes de todo ello, se ejecutó la losa de cimentación de 30 centímetros de espesor sobre la que se instará la escultura monumental.

La cuenta atrás en la que está inmersa la Junta con la obra del Metro tiene en la reurbanización de la Avenida de Andalucía un primer hito más que significativo. El calendario previsto apunta a la segunda mitad de julio para que la calle recupere el estado que presentaba hace algo más de una década, antes de que la obra del ferrocarril urbano se hiciese presente. Esta fecha supone una alteración respecto a los planes iniciales, que apuntaban a finales del pasado mes de mayo. Sin embargo, la extensión de los trabajos arqueológicos desarrollados en el tramo y la afectación que ha tenido el COVID-19, con la paralización dos semanas del tajo, obligó a Fomento a reprogramar la intervención.ì

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