La pandemia está siendo la mayor prueba de estrés que ha vivido el sistema sanitario. Cerca de cumplir dos años desde que se encendieran las primeras alertas de emergencia internacional, en Andalucía se han registrado más de un millón de casos y más de 11.000 fallecidos. Con la voluntad de analizar algunas claves en la gestión de la pandemia y extraer, pese al dolor y la adversidad, aprendizajes positivos, Grupo Joly celebró recientemente un coloquio en colaboración con Sobi que permitió recoger de primera mano la perspectiva de gestores, gerentes hospitalarios, clínicos de distintas especialidades y farmacéuticos. Los participantes coincidieron al destacar la implicación de los profesionales, la puesta en marcha del Hospital Militar, el éxito en los programas de vacunación y la colaboración entre distintas especialidades y distintos niveles asistenciales, como logros compartidos durante casi dos años.

Diego Vargas, director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS), expuso algunas cifras para describir este “reto inimaginable del que seguimos aprendido día a día”: más de 60.000 ingresos Covid, 6.600 ingresos en UCI, más de 7,5 millones y medios de pruebas diagnósticas, un aumento de más de 1.500 camas en las plazas de hospitalización y refuerzos de personal de más del 16%, con un récord histórico de más de 130.000 trabajadores. “La pandemia está suponiendo una ingente labor de planificación y previsión. Así lo demuestran los planes de contingencia aprobados, que han supuesto un cambio en el funcionamiento y la estructura del sistema público. En los meses más duros se realizó un gran trabajo en los cambios y dinámicas de los propios hospitales con planes de contingencia adaptados a la idiosincrasia de cada centro”, explica Vargas. En su opinión, “el dinamismo del sistema público y el gran esfuerzo que han hecho todos los profesionales ha hecho que la gestión esté siendo un éxito”. Y define ese éxito en que “cada andaluz pueda tener en todo momento el recurso asistencial que necesita para abordar su problema de salud”.

Para Carlos García Collado, desde la subdirección de Farmacia del SAS “hemos querido que la prestación farmacéutica no se viera repercutida” y “veíamos necesario mejorar la accesibilidad de los pacientes y el acceso a la prestación”. Así, hizo hincapié en la atención domiciliaria a pacientes vulnerables gracias al protocolo aprobado en marzo de 2020 que ha permitido realizar unas 300.000 dispensaciones, y destacó la medida que permitió la dispensación adicional para renovar tratamientos. “Ha sido clave la colaboración de la farmacia de hospital y de la farmacia comunitaria”, subrayó. Asimismo, García Collado destacó la labor de coordinación realizada para asegurar el suministro y distribución de medicamentos de UCI en los centros andaluces y el reto inminente de los nuevos tratamientos para manejar el Covid.

La visión de la gerencia del hospital estuvo representada por Valle García, gerente del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. En su intervención quiso reconocer “la flexibilidad de los centros y la gran capacidad de adaptación de los profesionales que trabajan en él”. Según explicó, “a nivel local nos hemos tenido que reinventar, transformar espacios y plantillas, mejorar la infraestructura en los centros y también incorporar equipamiento”. Asimismo, la doctora Valle García reconoce seguir “aprendido muchísimo para tratar de ser más eficientes y desarrollar iniciativas que hasta ahora nos había costado trabajo llevar a cabo, como la hospitalización domiciliaria, con una gran satisfacción para pacientes y familiares”, destaca. Además, destacó la labor del comité asesor constituido por responsables de las unidades más implicadas y el comité clínico para establecer los protocolos de actuación.

El coloquio propició un balance de los casi dos años de gestión de la pandemia en Andalucía.

El reumatólogo ha estado implicado directamente en el abordaje del Covid ya que más allá de la infección existe un proceso inflamatorio en el que han sido claves tratamientos de ese ámbito. Alejandro Muñoz, especialista en servicio de Reumatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, quiso poner énfasis en “la puesta en marcha de procesos de autorización ‘fast track’, que permiten que los ensayos clínicos se pongan en marcha lo antes posible en el hospital”. Por otro lado, hizo hincapié en que “los primeros que teorizamos sobre el uso de algunas opciones terapéuticas fuimos nosotros”. En este ámbito, quiso reconocer la labor pionera de otros profesionales andaluces como el doctor Miguel Ángel Calleja.

Por su parte, el doctor José Antonio Mira, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Valme, puso el acento en “los momentos duros vividos junto a pacientes y familiares” y “el miedo y la incertidumbre inicial donde muchos profesionales dieron un paso adelante”. Respecto a la organización, el doctor Mira cree que “hasta ahora los médicos hemos sido individualistas, muy parcelarios, pero eso ha mejorado mucho; la cooperación es una enseñanza clave”. Así, subraya que “la respuesta del sistema andaluz ha sido más que notable”. “Pese a ello, este virus siempre sorprende, así que no podemos dejar de estar preparados para lo que tenemos que gestionar ahora”.

Esa misma reivindicación del trabajo en equipo es compartida por el Dr. Ismael Aomar, facultativo especialista en Medicina Interna del Hospital San Cecilio de Granada. “Esa colaboración permitió a los reumatólogos ser los primeros en identificar el carácter inflamatorio del Covid”, explicó. Por ello, anima a elaborar un protocolo andaluz que permita unificar criterios en el abordaje del Covid.

El doctor Aomar ha sido el primer investigador del mundo en publicar una tesis sobre la opción terapéutica basada en el bloqueo de la IL 1, recientemente autorizada por la Agencia Europea del Medicamento para su uso como tratamiento contra la Covid. Además, puso sobre la mesa el reto que supone el abordaje del Covid persistente o ‘long Covid’. “A medio plazo puede suponer un incremento de las consultas”, señala. Por último, Aomar cree que la teleconsulta es una buena herramienta para algunas cosas, pero la presencialidad sigue siendo insustituible.

Beatriz Perales, Public Affairs Communication & Market Access director en Sobi, hizo una aproximación al reto constante que ha supuesto todo este contexto para la industria farmacéutica. “Los procesos se han agilizado a nivel de autorización y tanto a nivel europeo como a nivel nacional se hizo una buena gestión a la hora de establecer un listado de medicamentos esenciales, que ha permitido dar un marco regulatorio adecuado para ensayos e investigación”, explicó.

Perales reafirmó la voluntad de Sobi de “contribuir desde nuestro ámbito a la mejora del bienestar de nuestros pacientes y en este foro nos sentimos orgullosos de haber contribuido al desarrollo de un tratamiento para la Covid con un medicamento originalmente indicado para enfermedades raras; un esfuerzo que se ha hecho entre todos en un aprendizaje constante”.

Para Perales, “cada sector trabaja en su silo y la pandemia ha sido una oportunidad para demostrar que la industria puede colaborar y contribuir de una manera coordinada”. Por último, quiso poner en valor el trabajo realizado desde aquí y subrayar que “Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma que ha hecho una tesis doctoral con un tratamiento para el Covid” y que “España es el primer país de Europa en ensayos clínicos en Covid y el cuarto a nivel mundial”.