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Fumar podría aumentar la posibilidad de contagiar el coronavirus

Fumar en las terrazas puede ser un motivo de contagio.

Fumar en las terrazas puede ser un motivo de contagio.

Con el avance de la desescalada ya se puede disfrutar de tomar algo en una terraza en todas las provincias españolas y seguro que muchos aprovecharán también para fumarse un cigarro tras el desayuno o el aperitivo. Pero ojo, porque puede que en poco tiempo también prohíban a los fumadores, a los vapeadores y a los que fuman cigarrillos electrónicos, de realizarlo al aire libre ya que los médicos expertos en salud respiratoria aseguran que el tabaco en las terrazas aumenta el peligro de contagio.

La advertencia la lanza la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica que reúne a más de 4.500 profesionales de esta especialidad. Al parecer, cuando fumamos, al exhalar el humo, salen de la boca una especie de partículas en forma de gotas minúsculas que pueden llevar el virus desde una persona infectada a otra que está sana.

Restringir el tabaco en terrazas y lugares públicos

Por eso piden un mayor control de esta situación en lugares públicos y terrazas, a los que los expertos llaman espacios de riesgo de contagio.  Además “al fumar es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio”, explica el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo y Presidente de SEPAR.

Las opiniones entre los fumadores son dispares, algunos están dispuestos a reducir el consumo de tabaco en la calle pero otros no quieren perder también ese privilegio. Aún así los médicos insisten en que fumar en terraza puede ser contagioso.

Para empezar los fumadores, al realizar el acto de fumar, se tienen que quitar la mascarilla y en cada calada se tocan la boca con las manos, pero lo que más preocupa a los médicos es el momento en el que los fumadores sueltan de golpe todo el humo de sus pulmones porque ahí salen disparadas esas ‘gotitas respiradoras’ (también llamadas gotitas de Flügge ) invisibles al ojo humano donde viaja el virus transportando gérmenes infecciosos de un individuo a otro.

Estas diminutas gotas pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas al igual que al toser, hablar o estornudar expulsamos estas partículas de nuestro cuerpo.

Las gotitas de Flügge, además, pueden alcanzar hasta los dos metros de distancia al ser expulsadas y que pueden permanecer en el ambiente hasta 30 minutos y contaminar superficies convirtiéndose en transmisoras del virus, por eso también incluyen vapeadores y cigarrillos electrónicos en esta recomendación.