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El 42% de pacientes a los que se prescribió calzado ortopédico a medida recibieron calzado estándar

  • En Andalucía se dispensa calzado ortopédico a más de 16.000 pacientes al año, con una factura anual al Sistema Sanitario Público de más de 2,5 millones de euros por este concepto

El estudio transversal Prestación sanitaria de calzado ortopédico en un área hospitalaria, realizado por José Luis Ledesma y Pedro García, del equipo provincial de Inspección de servicios sanitarios de Málaga, revela que, en la muestra analizada, el 42% de los pacientes a los que se prescribió calzado a medida recibieron calzado estándar.

Este es el primer estudio publicado en España sobre el impacto en la salud y calidad de vida de los pacientes que reciben calzado ortopédico

Integración de podólogos en la Sanidad pública

En opinión de José Luis Ledesma, “la integración del pódologo como profesional sanitario en el Servicio Andaluz de Salud y empresas públicas relacionadas redundaría en un mayor beneficio tanto para el ciudadano como para la propia institución pública, al ser el especialista idóneo, integrado en un equipo multidisciplinar, para la prevención y tratamiento del pie de riesgo, y para la prescripción y evaluación de ortesis de pie y tobillo”.

Se ha descrito que el calzado a medida podría ayudar a mejorar la función en pacientes con diversas deformidades articulares de pie (en particular, pie cavo, artritis, fascitis plantar y hallux valgus -juanetes- doloroso).

En España los ciudadanos tienen derecho a un catálogo de prestaciones sanitarias que incluyen la ortoprotésica, y entre ella, los calzados ortopédicos tanto estándar como a medida. En Andalucía se dispensa calzado ortopédico a más de 16.000 pacientes con un coste para el Sistema Sanitario Público superior a los 2,5 millones de euros al año.

En el área hospitalaria analizada, la prescripción de calzado fue realizada por médicos especialistas en Traumatología, sin dar el visto bueno al producto dispensado. No se observaron diferencias significativas en la prescripción del tipo de calzado entre hombres y mujeres, ni entre el tipo de problemas que originaron la prescripción. En todos los casos, el calzado ortopédico se acompañó de plantilla, incluso cuando el calzado era a medida.

Al ser preguntados si habían notado alguna mejoría desde que utilizaban el calzado ortopédico, el 94% de los pacientes con calzado a medida participantes en el estudio declaró sentirse claramente mejor desde que utilizaba el producto, porcentaje que se reducía al 66% entre usuarios de calzado estándar.

Sin embargo, en 5 de los 12 usuarios (42%) se observaron indicios de haber recibido calzado estándar en vez de un producto sanitario a medida, además de puntuaciones de menor satisfacción en una de las herramientas empleadas.

En todo caso, si bien la muestra de pacientes es representativa, la calidad del producto dispensando, el hecho de que la inmensa mayoría fuesen renovaciones de prescripción y no nuevas prescripciones y la diversidad de patologías que determinaron la indicación del calzado ortopédico no permiten ver el resultado del tratamiento con calzado ortopédico ni observar diferencias significativas entre grupos de pacientes.

Diferencia entre el calzado a medida y el calzado estándar

El calzado ortopédico a medida se realiza de acuerdo con una horma creada expresamente para un tipo de paciente. Suelen requerirlo los pacientes que tienen unas dimensiones antropométricas que están fuera de la normalidad o presentan grandes deformidades en sus pies, por lo que es imposible adaptarles un calzado ortopédico de serie.

Su mecanismo de acción se basa en redistribuir el peso mediante los principios biomecánicos de realineación del pie, en posición funcional, logrando reducir las presiones o fuerzas excesivas, mediante la realineación de la superficie plantar. Está indicado en grandes deformidades del pie que impiden el uso del zapato normal, como pies zambos estructurados o equinos graves. También en dismetrías importantes de miembros inferiores, en caso de trastornos neuropáticos o vasculares.

Para su elaboración es necesario el registro individual de mediciones. Aunque en la actualidad existen sistemas de escáner en 3D (sistema CAD/CAM), la realidad es que este sistema es excepcional en las ortopedias, que optan por los métodos tradicionales de mediciones básicas, como el largo de la palmilla interior, altura de los dedos, perímetro metatarsal, del empeine, maléolos, altura de caña (bota) y perímetro de caña. Posteriormente, se obtiene la horma mediante molde de escayola.

El calzado estándar es un producto sanitario, que puede modificarse mediante pistola de calor (por estar compuesto por material termoconformable), con lo que se consigue adaptar el interior a las deformidades del pie (como dedos en garra o juanetes). Se intenta reducir las presiones en áreas dolorosas y acomodar el pie, constituyendo un lecho de descanso suave y de tacto agradable. Su uso es habitual en los pacientes con pie diabético, artríticos, neuropáticos y postquirúrgicos.

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