Consumo alcohol

¿Afecta el alcohol a los impulsos sexuales que provocan infidelidades?

¿Afecta el alcohol a los impulsos sexuales que provocan infidelidades?

¿Afecta el alcohol a los impulsos sexuales que provocan infidelidades?

El abuso y la adicción al alcohol, no produce solo un deterioro evidente en la salud, sino también en múltiples ámbitos del individuo y su entorno. Las relaciones de pareja, la comunicación en familia o la ruptura y el alejamiento emocional, son otras de las consecuencias que se ven directamente afectadas. En el caso de las relaciones sentimentales ,además de las frecuentes discusiones,  las relaciones íntimas pueden verse seriamente afectadas, puesto que el alcohol inhibe el deseo sexual, a lo que hay que añadir el escaso o nulo deseo de la pareja por mantener encuentros sexuales debido al malestar emocional que se instaura en la vida cotidiana por culpa del alcoholismo. Pero si la falta de deseo ocurre con en pareja, ¿por qué es más frecuente presenciar infidelidades con personas externas si está presente el consumo de alcohol?; también podríamos preguntarnos cómo influye en estos casos el alcohol, aunque todo parezca funcionar bien en la relación. 

Debemos destacar, en este contexto, que existen opiniones en los extremos. Hay quienes creen que el alcohol motiva o favorece estas situaciones por motivos relacionados con la desinhibición o la mayor dificultad en la toma de 'buenas decisiones'; otros, por el contrario, no creen en esta relación y opinan que se usa como justificante para ser perdonados. Pero, ¿y si ambos planteamientos tuvieran su ciencia acertada?

Los motivos a favor 

La infelicidad asociada al abuso del alcohol se vincula con la desinhibición que ésta sustancia provoca a nivel cerebral en la persona alcohólica. Bajo los efectos del alcohol, la persona 'relaja' sus exigencias y se puede mostrar más laxa en el control de sus impulsos, de forma que las posibilidades de distanciarse del entorno familiar y mantener relaciones fuera de la pareja aumentan considerablemente.

Esto va relacionado con alteración del juicio que se produce en estado de embriaguez. Una persona bajo los efectos del alcohol puede tomar decisiones que no tomaría, o sabría controlar, en estado sobrio. Las creencias y principios morales pueden verse nubladas por una alteración de la razón o el sentido de la responsabilidad. 

Asimismo, también es común la falsa 'sensación de seguridad'. El miedo a ser 'descubierto' por la pareja en cuestión, se elimina con la misma. Bajo este estado, la persona cree que es capaz de 'todo' y que todo saldrá bien. Además, se es más capaz de tomar riesgos. 

El alcohol tiene un efecto euforizante y por tanto puedes pensar que aumenta el funcionamiento sexual. Lo que si es cierto es que facilita tanto en el hombre como en la mujer la aparición del impulso sexual pero dificulta en el caso del hombre la erección y por tanto también la penetración, el coito y la eyaculación; y en la mujer es un importante inhibidor físico hasta el punto de que el acto sexual pueda ser doloroso.

En un plano más emocional, de cierta manera, el alcohol potencia aspectos de la personalidad reprimidos, también emociones. En este sentido, si una pareja se encuentra en un mal momento o en un estadio de infelicidad, el alcohol puede exacerbar esas emociones y 'empujar' a la persona a abrirse a otras que le hagan 'más feliz' o con las que se sientan más entendidas. 

Por otro lado, el alcohol puede hacerte malinterpretar situaciones, ya que su consumo empeora nuestra capacidad de entender a los demás y ponernos en su lugar, de empatizar con ellos. Se produce un menos impacto del dolor propio y ajeno (por la alteración de un área cerebral que regula estas emociones).

Un estudio a este respecto, el único que se centró en los impulsos sexuales y no otros factores alterados por el alcohol, midió los mecanismos biológicos de manera sexo específica en animales. En los resultados, mientras que en los machos, la embriaguez los hace propensos a actos de infidelidad, en las hembras los efectos del excesivo consumo de alcohol favorece un mayor apego a su pareja. Lo curioso es que en estado sobrio, los machos eran totalmente fieles, mientras que un 34% de las hembras si se mostraba receptiva a otras parejas.

En contra

En el lado enemigo, las opiniones divergen mucho. Nos encontraremos con opiniones como ''si todo está bien, no habrías sucumbido a cometer esa infidelidad'', ''el que lo hace con esa facilidad es porque está acostumbrado'' o ''el que lo hace borracho, lo hace también sin beber''.   En estos casos, no existen las excusas. Los fallos también se relacionan con la comunicación, el deterioro de la pareja o la falta de un análisis introspectivo de la relación. 

Otros tantos consideran que el alcohol puede desinhibir ciertos rasgos de la personalidad o el comportamiento, pero no tanto como para cambiarla por completo. No alterar en los extremos tus principios o quién eres. A este favor, la mayoría de experimentos han mostrado que el apareamiento se producía con la misma frecuencia, hubiera o no alcohol, por lo que los científicos descartan el "apetito sexual" para explicar su comportamiento. Tampoco presentaron una conducta desorientada a la hora de elegir la pareja.

Otra encuesta realizada por "Business Insider" indicó que un 54% de los participantes había tenido sexo con un compañero y tan solo 1 de cada 10 se arrepentía de su encuentro sexual. También, que el 84,5% había fantaseado con alguno de sus 'colegas' o jefes. Esto demostraría que la decisión se hace de manera voluntaria, sin influir de manera notable o determinante el consumo de alcohol. 

Por tanto, la propensión a la búsqueda de otra pareja, como hemos visto, tiene cierto componente biológico aunque no determinista, siendo una de tantas y un motivo más para abandonar el consumo de alcohol y buscar un abordaje terapéutico eficaz.

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