Los anticonceptivos orales tienen múltiples utilidades más allá de disminuir la posibilidad de embarazo en aquellas mujeres que los consumen. Sin embargo, también tienen sus riesgos. Uno de ellos es la posibilidad de sufrir un trombo, es decir, la formación de un coágulo en la sangre que se queda en el vaso sanguíneo y que puede producir obstrucciones o embolias si este se desplaza.

Es raro, pero puede ocurrir

Desde la ONG Cochrane, recogen que las posibilidades de que una persona que consume de forma habitual los anticonceptivos orales sufra una trombosis es poco común, pero que es uno de los efectos adversos graves que más posibilidades tienen de suceder.

Esto se debe a que todos los anticonceptivos orales de tipo combinado (es decir, que contienen estrógeno y progestágeno) tienen riesgo de producir trombos en las piernas (a veces también en los brazos) o embolias pulmonares. Según la organización sin ánimo de lucro, aunque el riesgo esté siempre presente, las posibilidades aumentan en el caso de los anticonceptivos con mayores cantidades de estrógeno y levonorgestrel (un progestágeno) o en aquellos que tienen acetato de ciproterona o drospirenona (otro progestágeno) como sus ingredientes.

Desde la página web de la Fundación Fuente (Fundación para el Estudio de la Enfermedad Tromboembólica) resaltan la importancia de conocer posibles antecedentes familiares de trombos sanguíneos o la predisposición genética a sufrirlos antes de poder iniciar el tratamiento. Además, para aquellas mujeres que están siguiendo el tratamiento con anticonceptivas les recuerdan la importancia de avisar al médico si sufren de un traumatismo que requiera de inmovilización o de si se ha de guardar reposo, para que se tengan en cuenta las posibilidades de desarrollar un trombo sanguíneo en esas circunstancias y sean administrados anticoagulantes de ser necesarios.

Desde esta misma fundación recuerdan la importancia de que la elección del anticonceptivo ha de realizarse teniendo en cuenta las circunstancias personales y médicas de la paciente. Por ejemplo, se ha de conocer la contraindicación del uso de anticonceptivos combinados para aquellas personas que tienen predisposición previa a sufrir trombosis. Para estas personas, siempre está la opción de usar anticonceptivos sin gestágenos, que no contienen estrógenos y disminuyen dicho riesgo. 

Se recomienda también pedir información a su médico de los posibles síntomas de estar sufriendo un trombo o una embolia pulmonar para poder reconocerlos y saber actuar de sufrir uno.