Salud sexual

Dormir juntos para un mejor sexo en pareja, ¿funciona?

Dormir juntos para un mejor sexo en pareja, ¿funciona?

Dormir juntos para un mejor sexo en pareja, ¿funciona?

Como ya explicamos en otro artículo reciente, dormir en pareja ha estado ligado a diferentes interpretaciones en el imaginario social. En el plano personal, las opiniones se mueven también en los extremos: hay quienes no pueden dormir sin sentir la presencia de su compañero/a; y otros, que es justo lo que les quita el sueño. Los estudios se dirimen en esa línea, los que encuentran niveles más bajos de estrés y un insomnio menos severo durmiendo acompañado. Y otros tantos que exponen sus factores adversos. Entre estos últimos, se han mostrado resultados negativos en lo que refiere a las relaciones sexuales. Y es que no existe mejor bálsamo para despertar el deseo que encontrar impedimentos ante un cierto asunto.

En la antigua Roma, la cama era el espacio para el esparcimiento sexual, no para dormir. Una idea que fue cambiando a lo largo de los siglos, en los que incluso se llegó a pensar que la distancia física prevenía contagios  derivados de las epidemias de enfermedades durante las guerras y beneficiaba la calidad del sueño. En la actualidad,  es un acto de intimidad en el que se intercambian abrazos, caricias o conversaciones al acabar el día. Es un espacio único y exclusivo de calor y protección. Pero no deja de ser cultural. Y sí, otros todavía viven en la antigua Roma y lo agendan como si de una tarea se tratase.

LA RUTINA,FACTOR NEGATIVO EN LA SEXUALIDAD

La sexualidad queda mermada por la rutina, uno de los factores universales comunes en la que caen muchas parejas. practicar sexo con cansancio implica hacerlo más rápido y esa es la causa de que muchas personas prefieran dejarlo para un mejor momento.  Pero si le sumamos el factor presión, pueden suceder dos cosas: Una, que no encontremos el momento propicio y se entre en un círculo vicioso de rechazo a este momento íntimo; y dos, que lo hagamos por 'obligación' y no disfrutemos de ello. Por ello, en estos casos, dos camas y dos habitaciones pueden surgir efecto para mejorar las relaciones sexuales, ya que desciende lo rutinario y se echa de menos a la pareja.

Asimismo, y en relación a la mejor calidad del sueño, dormir puede aumentar los niveles de deseo sexual. Un sueño reparador es oxitocina y gasolina para nuestro cerebro, nos hace estar de mejor humor y, en consecuencia, responder mejor y estar más receptivos a los encuentros sexuales. De hecho, existen varios estudios que exponen que las personas tenían una mejor excitación genital si habían dormido lo suficiente. Esto, de nuevo, depende de cómo descanse mejor cada pareja.

Hay que recordar que es mucho más importante la calidad, el dedicarle tiempo y mimo a las relaciones, aunque no sean tan a menudo, pero que al menos sean bastante satisfactorias para ambos y no se queden en un encuentro rápido y mecánico. El sexo se vuelve gris cuando no le dedicamos el tiempo y la energía que requiere para mantenerlo vivo. Este esfuerzo es siempre señal de inteligencia sexual.

Eso sí, como hemos mencionado, todos estos escenarios dependen de cada pareja. Algunos mantienen relaciones sexuales con normalidad y duermen entrelazados sin problema. Otros, las mantienen y pueden dormir en camas separadas sin que esto suponga una interferencia en su relación. Y, otros tantos, priorizan el sueño al sexo. Lo importante, según los expertos, es que se viva con total normalidad y aceptación, que ninguno de los dos lo sienta como un desprecio por parte de la otra persona. 

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