Investigación

Estudio explica que la obesidad en los políticos es un síntoma de corrupción

Estudio explica que la obesidad en los políticos es un síntoma de corrupción

Estudio explica que la obesidad en los políticos es un síntoma de corrupción / mediaset

Tener un barómetro para medir la corrupción sería una ciencia imperfecta, aunque útil. Por su propio origen y naturaleza, los mecanismos de lo ílicito están ligados a ocultar sus movimientos y no ser detectados. Sin embargo, parece que hay un detalle que no pasará desapercibido a partir de ahora, ni siquiera a simple vista. Según un nuevo documento publicado por Pavlo Blavatskyy, profesor de de la Universidad de Montpellier en Francia, los países más corruptos del mundo postsoviético tienden a tener los políticos con más sobrepeso.

Blavatskyy, quién también es psicológo, utilizó una red neuronal para descubrir la conexión entre funcionarios gubernamentales con sobrepeso y la corrupción de un país. Lo hizo estudiando a 15 estados post soviéticos utilizando un algoritmo para analizar fotografías de casi 299 ministros del gabinete de las repúblicas en 2017, clasificándolas de acuerdo con la masa corporal media.

Encontró que el IMC medio del gabinete de un país está altamente correlacionado con su nivel de corrupción, medido por índices compilados por el Banco Mundial y Transparencia Internacional (Véase en el gráfico de abajo)

Para llegar a esta conlcusión, comparó este índice de masa corporal con cinco medidas establecidas de corrupción percibida, como el índice anual de Transparencia Internacional y los indicadores de corrupción del Banco Mundial. ''El índice medio de masa corporal estimado de nuestros ministros está altamente correlacionado con las cinco medidas convencionales de corrupción percibida. […] La gran corrupción política latente es literalmente visible a partir de las fotografías de altos funcionarios públicos ''.

Según estas medidas, los países postsoviéticos menos corruptos son los tres estados bálticos - Estonia, Lituania y Letonia - y Georgia. Estos cuatro países también cuentan con los gabinetes más delgados. Mientras tanto, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán son los peores países por corrupción. Los dos últimos países también tienen los ministros con mayor IMC y peso, según las estimaciones de Blavatskyy, junto con Ucrania.

La obesidad es sorprendentemente común entre los altos cargos del gobierno de la ex Unión Soviética. Casi un tercio de los ministros en los 15 estados fueron clasificados como "severamente obesos" por el algoritmo de Blavatskyy, incluido el 54% de los ministros uzbecos y el 44% de los ministros tayikos. Se estimó que solo el 3% estaba en la categoría de peso normal.

ÚTIL A CORTO PLAZO

La mayoría de las medidas a cuantificar se basan en la percepción del público, que tiende a cambiar lentamente. Por lo tanto, una variable indirecta, como el IMC de los ministros, puede resultar útil, especialmente a corto plazo.

Como ejemplo para entender la relación en los criterios de estos parámetros, se menciona la ''revolución del terciopelo'' de Armenia en 2018. Blavatskyy señala que, a pesar de experimentar una revolución que la encaminó hacia la democracia, la puntuación de Armenia en el índice de corrupción de Transparencia Internacional se mantuvo sin cambios con respecto al año anterior.

Un gabinete de ministros con un IMC más bajo llegó al poder. Según la medida de Blavatskyy, eso indicaría menos corrupción. Sin embargo, Transparencia Internacional en 2018 otorgó al país la misma calificación que en 2017, durante el último año completo del gobierno de Sargsyan, lo que indica que la revolución no había controlado la corrupción. 

Blavatskyy explica esta aparente inconsistencia: Transparencia Internacional basa su índice en observaciones subjetivas y ''se sabe que las percepciones individuales son pegajosas y cambian relativamente lentamente con el tiempo''.

¿Provienen de países con cultura de sobrepeso?

Aquí viene la paradoja. Muchos podrían pensar que esta relación puede darse simplemente por pertenecer a un país con una cultura más sedentaria o propensa al sobrepeso.

Sin embargo,los países con ministros del gabinete relativamente más obesos tienden a tener una población con menos sobrepeso. Lo contrario también es cierto: en los estados bálticos, los políticos eran más delgados que la población en general.

Los países más corruptos de la región son los más pobres, con legiones de personas que parecen tener bajo peso, mientras que sus ministros tienden a la corpulencia. Podría haber un beneficio para la salud de la gran corrupción política, medida bajo este mecanismo: La corrupción podría tener a políticos obesos pero a votantes sanos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios