Investigación

¿Pueden volver a crecer los dientes? Ahora parece que sí

Recientes descubrimientos arrojan que es posible la regeneración de dientes perdidos

Recientes descubrimientos arrojan que es posible la regeneración de dientes perdidos

Las visitas al dentista y la pérdida de dientes, tanto por la falta de cuidado como por enfermedades, son cada vez más frecuentes entre la población. Hasta ahora la única solución viable pasa por dientes artificiales o implantes. Recientemente se ha descubierto que esto podría cambiar, tras los descubrimientos hallados por un grupo de científicos de Japón que incluyen el crecimiento de los dientes nuevamente.

Existen moléculas humanas que provocan este crecimiento

Los estudios han sido realizados en la Universidad de Kioto y la Universidad de Fukui mediante el desarrollo de un anticuerpo enfocado en el gen-1, asociado a la sensibilización uterina o el USAG-1. Este gen ha estimulado el crecimiento de los dientes en ratones dotados con la afección congénita de la agenesia dental.

Hasta el 1 % de la población tiene más o menos dientes de los 32 de una boca normal debido a este tipo de afecciones congénitas. La investigación se ha basado en descubrir qué causas genéticas determinan que se tengan demasiados dientes, de manera que sirva como referente para la regeneración dental. 

Uno de los principales investigadores es Katsu Takahashi, profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kyoto, ha confirmado que ya se han identificado las principales moléculas implicadas en la formación dental: “La morfogénesis de los dientes individuales depende de las interacciones de varias moléculas, incluida la BMP, o proteína morfogenética ósea, y la señalización de Wnt”.

Dichas moléculas BMP y Wnt son las encargadas de modular el crecimiento de variados órganos y tejidos desde que el ser humano es apenas un embrión. La investigación arrojó que habría que descubrir cuáles son las causas que evitan que estas moléculas puedan trabajar de manera habitual, dados los múltiples efectos que su inhibición provoca en nuestros cuerpos. Así se llegó al gen USAG-1, tal y como difundió Takahashi: “Sabíamos que suprimir el USAG-1 beneficia el crecimiento de los dientes. Lo que no sabíamos era si sería suficiente ”.

De esta manera, los científicos empezaron a estudiar para el gen USAG-1 varios anticuerpos, en su mayoría los usados para el desarrollo de vacunas, cánceres y artritis. Tras la interacción del gen USAG-1 con las moléculas BMP y Wnt, se procedió a ver cómo influían los anticuerpos en dicha interacción. Los resultados derivaron en tasas bajas tanto de natalidad como de supervivencia en los ratones estudiados. Esto se traduce en la importancia que tienen que tienen ambas moléculas en el crecimiento corporal. 

Por el contrario, uno de los anticuerpos logró interrumpir los efectos del gen USAG-1 en las moléculas BMP y Wnt. Así, mediante una sola administración de este anticuerpo se consiguió generar un diente completo. Los mismos experimentos se repitieron más tarde en hurones: “los hurones son animales difiodontes con patrones dentales similares a los humanos. Nuestro próximo plan es probar los anticuerpos en otros animales como cerdos y perros".

Manabu Sigai, de la Universidad de Fukui y otro de los autores, concluye con la importancia de estos descubrimientos que haría olvidar por completo los implantes: “La ingeniería de tejidos convencional no es adecuada para la regeneración de dientes. Nuestro estudio muestra que la terapia molecular sin células es eficaz para una amplia gama de agenesias congénitas de los dientes”.

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