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La diabetes y su relación con el cáncer de mama

La diabetes y su relación con el cáncer de mama

La diabetes y su relación con el cáncer de mama

En el mundo se estiman 425 millones de personas con diabetes. Concretamente, en nuestro país la diabetes afecta al 13% de la población adulta en España y hay una gran proporción de personas que desconocen que son diabéticas. En el caso de  aquellos que padecen diabetes tipo 2, la detección de los síntomas es más complicada debido a que en un principio el enfermo no presenta ningún síntoma y puede tardar años en presentarlos, lo que puede suponer un riesgo para ellos. Esto puede suponer un problema añadido en el desarrollo de otras enfermedades más graves como el cáncer. Las mujeres con diabetes, por ejemplo, tienen entre un 20 y un 27% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama. Una relación que, conforme avanza la investigación se hace más evidente.

Un estudio ha revelado el mecanismo por el que el cáncer de mama suprime la producción de insulina, perjudicando la regulación del azúcar en sangre y provocando diabetes, lo que, a su vez, favorece el crecimiento del tumor, según publican los investigadores en la revista Nature Cell Biology.

En este sentido, las personas con diabetes no sólo tienen mayor riesgo de cáncer, sino que estadísticamente el cáncer de colon y de mama son los más habituales que presentan mayor probabilidad de morir por la enfermedad, con aumento del riesgo de recurrencia locoregional y a distancia. 

20% más de riesgo

En el nuevo estudio el equipo de investigación dirigido por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego describe un posible mecanismo biológico que conecta ambas enfermedades, en el que el cáncer de mama suprime la producción de insulina, lo que da lugar a la diabetes, y el deterioro del control del azúcar en la sangre promueve el crecimiento del tumor.

En este estudio,  se describen cómo las células del cáncer de mama perjudican la función de los islotes pancreáticos para que produzcan menos insulina de la necesaria, lo que conduce a niveles de glucosa en sangre más altos en las pacientes con cáncer de mama en comparación con las mujeres sin cáncer

Los estudios de población sugieren que el riesgo de diabetes empieza a aumentar dos años después del diagnóstico de cáncer de mama y que, a los 10 años del diagnóstico, el riesgo es un 20% mayor en las supervivientes de cáncer de mama que en las mujeres de la misma edad sin cáncer de mama.

Vesículas extracelulares

El culpable, según Emily Wang, una de las autoras del estudio, son las vesículas extracelulares (VE), esferas huecas secretadas o desprendidas por las células que transportan ADN, ARN, proteínas, grasas y otros materiales entre las células, una especie de sistema de comunicación de carga.

En este caso, se descubrió que las células cancerosas secretaban microARN-122 en las vesículas. Wang apunta que cuando las vesículas llegan al páncreas, pueden entrar en las células de los islotes responsables de la producción de insulina, dispensar su carga de miR-122 y dañar la función crítica de los islotes para mantener un nivel normal de glucosa en sangre.

Se descubrió que las células cancerosas secretaban microARN-122 en las vesículas. Wang apunta que cuando las vesículas llegan al páncreas, pueden entrar en las células de los islotes responsables de la producción de insulina, dispensar su carga de miR-122 y dañar la función crítica de los islotes para mantener un nivel normal de glucosa en sangre.

''Las células cancerosas son muy golosas -explica Wang-. Utilizan más glucosa que las células sanas para alimentar el crecimiento del tumor, y esta ha sido la base de las exploraciones con PET para la detección del cáncer. Al aumentar la glucosa en sangre que pueden utilizar fácilmente las células cancerosas, los tumores de mama fabrican su propia comida favorita y, mientras tanto, privan de este nutriente esencial a las células normales''.

FUTUROS TRATAMIENTOS

''Estos hallazgos respaldan la necesidad de una mayor detección y prevención de la diabetes entre las pacientes y supervivientes de cáncer de mama'', subraya Wang, señalando que un inhibidor de miR-122, desarrollado por Regulus Therapeutics Inc. en San Diego, se encuentra actualmente en fase de ensayo clínico como un posible tratamiento para la hepatitis C crónica, y ha resultado ser eficaz para restaurar la producción normal de insulina y suprimir el crecimiento del tumor en modelos de ratón de cáncer de mama.

''Estos inhibidores de miR-122, que resultan ser los primeros fármacos basados en miRNA que entran en ensayos clínicos, podrían tener un nuevo uso en la terapia del cáncer de mama'', sentencia Wang.

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