Enfermedades infecciosas

Los motivos por los que la enfermedad de Lyme está aumentando significativamente en España

Las garrapatas pueden transmitir numerosas infecciones con su picadura

Las garrapatas pueden transmitir numerosas infecciones con su picadura

La presencia de garrapatas en España sigue creciendo, sobre todo desde hace unos años y especialmente en verano, y aumentan las visitas a los centros sanitarios por parte de los afectados que entran en contacto con la picadura de este artrópodo. La gravedad de algunas de las enfermedades que transmite, especialmente la de Lyme o la fiebre hemorrágica de Crimea del Congo, adoptar precauciones. La de lyme resulta especialmente preocupante debido a que sus casos se han disparado en toda Europa, incluido  nuestro país. El grupo responsable de la vigilancia epidemiológica del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, apunta a que recientemente en España se ha producido un aumento de las hospitalizaciones por enfermedad de Lyme del 191,8 %, algo que también está sucediendo en otras zonas de Europa en la que esta enfermedad apenas se conocía. Pero, ¿Cuáles son los motivos que están provocando esta expansión?

Sabemos que esta afección es una zoonosis de distribución mundial, con la mayor parte de los casos descritos en el hemisferio norte, y que es causada principalmente por la bacteria Borrelia burgdorferi, aunque otras especies como Borrelia mayonii, Borrelia afzelii, Borrelia garinii o Borrelia bissettiae, por citar algunas, también pueden infectar a los humanos. Se trata de una infección bacteriana emergente en Europa, cuyo crecimiento en España es preocupante debido a que  es uno de los países con más impacto por el cambio climático (motivo que se considera el principal factor de esta propagación).

LA TEMPERATURA, CLAVE

Varios estudios evidencian que el cambio climático ha contribuido a la expansión de gran variedad de especies de garrapatas, aumentando el riesgo potencial de expandir la enfermedad de Lyme a nuevas áreas donde los vectores anteriormente no podían sobrevivir. 

El ciclo de vida y la prevalencia de las garrapatas están fuertemente influidos por la temperatura. Por lo tanto, se prevé que el aumento de las temperaturas asociado con el cambio climático aumente el rango de hábitat adecuado para las garrapatas. En este sentido, si se relacionan las estaciones con las temperaturas y sus condicionantes, cada vez los inviernos son más cortos, por lo que hay menos mortalidad de garrapatas. Asimismo, las primaveras son cada vez más tempranas, lo que ha desencadenado en que, según indican, ''hay más hospedadores cada año''.

Los primeros síntomas de la enfermedad de Lyme comienzan entre 3 y 30 días después de la picadura de una garrapata infectada. Los síntomas pueden incluir un sarpullido rojo llamado eritema migratorio: La mayoría de las personas con enfermedad de Lyme presentan esta lesión. Se hace más grande durante varios días y puede sentirse caliente al tacto. Por lo general, no es doloroso ni pica. La mayor frecuencia de ingresos en nuestro país corresponde a hombres y mayores 65 años.

NUEVOS RESERVORIOS

El clima no es el único factor importante que influye en la transmisión, distribución e incidencia de la enfermedad de Lyme. También contribuyen los cambios en las poblaciones de especies huésped (ciervos, jabalíes, etc.), que colateralmente afectan al tamaño de la población de garrapatas.  En este sentido, la gran cantidad de reservorios animales existentes en nuestro país, aumentan las tasas de infección.

La exposición humana a las garrapatas infectadas también está mediada por factores como los cambios en la proximidad de las poblaciones humanas a las garrapatas y estos huéspedes silvestres. Así, por otro lado, la disminución del número de rapaces y otros animales depredadores que controlan las explosiones demográficas de las poblaciones de roedores también influye en el aumento de garrapatas infectadas.

Un problema que ahora se presiente aún peor por los brotes de enfermedades zoonóticas que estamos experimentando en los últimos años, principalmente la COVID pero también otras como la reciente 'viruela del mono'. Por ello,  desde el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, piden "la implantación de una vigilancia nacional permitirá mejorar la detección y caracterización epidemiológica de la enfermedad en España. Es importante seguir investigando para aumentar el conocimiento en torno a las enfermedades zoonóticas emergentes", han zanjado.

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