Después del verano es habitual subir algo de peso y también es habitual querer perder lo ganado. Sin embargo, algo que se ha de tener muy claro es que no todas las formas de hacerlo valen, puesto que podemos estar poniendo en riesgo nuestra salud. Por eso, aquí te presentamos 3 dietas con las que hay que tener cuidado según el ranking de 2022 del Instituto Médico Europeo de la Obesidad.

Dieta con liraglutida inyectable

Consiste en inyectar un fármaco que promete hacer perder peso. Uno de sus ingredientes principales es la liraglutida, que tiene un efecto inhibidor del apetito durante 24 horas. Aunque este compuesto puede usarse para controlar los niveles de azúcar en sangre de pacientes con diabetes tipo 2 y en algunos planes de dieta, es importante conocer sus efectos secundarios, como diarrea en casos leves o insuficiencia renal en los más graves. Tampoco es recomendado para perder peso por profesionales como la Fundación FEMEBA.

Dieta con parches

Esta dieta se basa en el uso de unos parches adhesivos que contienen ingredientes naturales que, supuestamente, ayudan al cuerpo a perder grasa. Sin embargo, desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición ya advirtieron de que no hay evidencia científica de que este tipo de productos logren hacer lo que publicitan. 

Dieta keto

La dieta keto o cetogénica se ha convertido en un fenómeno en redes sociales. Consiste en reducir el consumo de carbohidratos, excluyéndolos casi totalmente de la dieta, y aumentar las grasas y proteínas, que pasarían a ocupar entre un 70% y 80% del total de la alimentación. 

Aunque se produce pérdida de peso, esta tiene lugar porque el cuerpo carece de su principal fuente de energía (los hidratos de carbono), tomando la grasa en su lugar. Sin embargo, si no se realiza únicamente durante tiempo limitado (con un máximo de 14 días) y bajo supervisión de una persona cualificada, pueden desarrollarse problemas de salud por la acumulación de los cuerpos cetónicos, como dolores de cabeza los primeros días o impacto más grave como deshidratación e hiperuricemia.

Si se busca perder peso (o grasa) la mejor opción es evitar estas dietas, apostar por una alimentación saludable y mantener un estilo de vida activo. Otra opción es pedir consejo a un especialista sobre la mejor forma de lograr los objetivos sin poner nuestra salud en juego.