Adelgazar es uno de los propósitos de año nuevo que se repiten durante décadas. Millones de personas aspiran siempre por estas fechas a limpiar los excesos en Navidad, coger impulso y mantener una línea que le permita tener una vida más saludable. Sin embargo, en un amplio porcentaje estos deseos o propósitos se quedan en una banal intentona. De nada sirven los planes semanales con una dieta détox o aprenderse de memoria recetas para eliminar los excesos. Hace falta ser constante y convertir una intensa fuerza de voluntad inicial en una sana rutina de vida. Pero todo tiene un inicio. Cómo hacer un detox después de los excesos en Navidad. Aquí os lo explicamos.

Lo primero que debemos saber es que no es recomendable dejar de comer de golpe para compensar los días de jamón, gambas, cordero, turrones, polvorones, roscones o gominolas de la Cabalgata de Reyes. Lo mejor para terminar con esos excesos es optar por una dieta con alimentos que ayuden a eliminar toxinas del organismo. Alimentos ricos en fibra para mejorar el tránsito intestinal; frutas como el limón, la naranja, la mandarina o el pomelo; o verduras como las acelgas, las espinacas o la lechuga son obligadas en nuestra lista de la compra. 

Toca reducir la ingesta de grasas y el consumo de sal y azúcar, eliminando los fritos y rebozados tan propios de las épocas estivales

Toca reducir la ingesta de grasas y el consumo de sal y azúcar, eliminando los fritos y rebozados tan propios de las épocas estivales. Además, es necesario saber controlar el consumo de hidratos de carbono como la pasta, el arroz y el pan, en función del tiempo y tipo de ejercicio que realicemos a lo largo de la semana.

El agua, nuestro gran aliado

Vertiendo agua sobre un vaso

Y es que desde los centros de bienestar lo tienen claro: Hay que convertir el agua en nuestro gran aliado y eliminar el alcohol y el tabaco al menos durante un mes. Tan importante, o más, que los alimentos que consumimos es la forma en la que lo hacemos. Para terminar con los excesos de Navidad es necesario comer varias veces al día, en pocas cantidades y masticando bien lo que nos llevemos a la boca para lanzar los mensajes adecuados a nuestro cerebro y nuestro estómago.

Así, un buen plan detox para esta semana sería el siguiente: Desayunos con piezas de fruta, infusiones y tostadas con aceite de oliva virgen extra, tomate triturado y/o jamón york o pavo bajos en sal. Un yogurt y un puñadito de frutos secos crudos (nueces o almendras) a media mañana. Comidas con legumbres y pescado como protagonistas y cenas en las que no falten las verduras con una merienda compuesta por otra pieza de fruta y cereales integrales con leche de avena de merienda. 

En lo que al ejercicio se refiere pueden ser buenas opciones el yoga, el pilates o la natación, siempre llevando a cabo un entrenamiento funcional.