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Obstáculos accesos emergencias

Cuando los Bomberos no pueden pasar

  • El último incendio en una vivienda de la Macarena reabre el debate sobre la necesidad de mejorar los accesos a los servicios de emergencias en los barrios de Sevilla

La cancela que bloqueaba el paso.

La cancela que bloqueaba el paso. / M. G.

El incendio de la calle Ópalo, en el distrito Macarena, ha vuelto a poner de actualidad un problema antiguo: la dificultad de acceso a determinados barrios para los servicios de emergencias. En este fuego en una vivienda de una segunda planta, ocurrido la madrugada del día 29 de julio, seis policías nacionales tuvieron que arrancar con sus manos una barrera y derribar una cancela metálica que cerraba la barriada, y que impedía el paso a los Bomberos.

Todo ello mientras había personas atrapadas en los pisos colindantes al que se estaba incendiado, del que salían enormes llamas y en el que se sucedían las explosiones. Finalmente, ocho personas resultaron heridas por inhalación de humo y un policía local tuvo que ser asistido por un corte en el labio, después de que se golpeara con la barrera que sus compañeros habían arrancado. Un balance que pudo ser mucho más dramático de no haber sido por la rápida decisión que tomaron los agentes de la Policía Nacional para quitar las vallas y franquear el paso a los Bomberos.

Ningún vecino bajó a abrir esa madrugada a los policías y bomberos. O simplemente, por el propio nerviosismo o la necesidad de ponerse a salvo, nadie cayó en que la cancela estaba cerrada y que por ahí no podían pasar los camiones cargados de agua para apagar el fuego. Ni los Bomberos ni la Policía disponían de una llave maestra o dispositivo técnico para abrir la valla que cerraba la barriada para que los residentes pudieran hacer uso del espacio como aparcamiento.

Lo que ocurrió en la calle Ópalo puede suceder en cualquiera de las cientos de barriadas de Sevilla que están cerradas con vallas. Perder unos minutos en tener que retirar estos elementos por la fuerza puede suponer un contratiempo vital si hay una persona atrapada en un piso en llamas. 

La barrera rota junto al camión grúa de los Bomberos. La barrera rota junto al camión grúa de los Bomberos.

La barrera rota junto al camión grúa de los Bomberos. / M. G.

El Ayuntamiento de Sevilla es consciente del problema, al menos sobre el papel. En el pleno ordinario del pasado mes de marzo, todos los grupos políticos apoyaron una moción presentada por los grupos de IU y Participa sobre este asunto. Los acuerdos que se adoptaron fueron cinco. 

El primero de ellos instaba al gobierno local a que realizara un estudio sobre la seguridad y la movilidad en cada uno de los distritos para detectar los problemas de accesibilidad de los Bomberos, y en base al mismo, "llevar a cabo un plan de actuaciones para garantizar que los servicios de emergencia puedan actuar sin problemas cada barriada".

El segundo acuerdo era la difusión del plan de emergencias de la ciudad entre los diferentes colectivos a través de los distritos. El tercero contemplaba la realización de jornadas y talleres formativos a la ciudadanía en general, así como más material de difusión en materia de prevención y extinción de incendios.

Un simple gesto como permanecer en casa mientras hay un fuego en otra vivienda del bloque basta para salir indemne de un incendio. Sin embargo, la mayoría de las personas tienden a abrir la puerta de su domicilio e intentar escapar, a veces por escaleras cubiertas de humo que terminan inhalando y que, en ocasiones, puede llegar a ser mortal.

El cuarto acuerdo del pleno era la programación de simulacros en todos los distritos, para así evaluar el plan de emergencias. El quinto punto estaba relacionado con la pobreza energética. El gobierno local ha puesto muy pocas de estas medidas en marcha. Sólo una breve exposición del plan de emergencias a los Bomberos engrosa el balance del Ayuntamiento en esta materia desde abril hasta hoy.

La moción fue presentada por IU y Participa en el pleno de abril, después de que en septiembre del año anterior no se aprobara otra de similar contenido. La idea de realizar un estudio sobre la accesibilidad de los servicios de emergencia partió de una serie de asociaciones de vecinos del Parque Alcosa, agrupados en la Coordinadora Ciudadana La FEA, que había denunciado desde hace tiempo la proliferación de vallas y cerramientos en calles, plazas y jardines del barrio.

La coordinadora solicitó al distrito, a Movilidad y a Urbanismo que elaborara un estudio de calles y plazas para abrir un acceso regulado, en las que se asegurara que los servicios de emergencias podían pasar y acceder sin problemas. El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) se ofreció a hacer ese estudio sobre las calles de Alcosa, un documento que podría servir de base para el futuro informe más general sobre la ciudad.

Los Bomberos sofocan el fuego en el piso de la calle Ópalo. Los Bomberos sofocan el fuego en el piso de la calle Ópalo.

Los Bomberos sofocan el fuego en el piso de la calle Ópalo. / M. G.

El estudio del SAB consta de 52 páginas. Además de detallar los problemas de accesibilidad que padecen los Bomberos en este barrio, también analiza la ubicación de los parques de bomberos en relación a la zona de estudio, las dimensiones de los vehículos de los que dispone cada parque, la capacidad de los depósitos de los camiones, el uso de cada vehículo y el estado de los hidrantes de la zona. El informe incluye también cuatro incendios importantes en viviendas ocurridos durante la última década y cómo se produjo la intervención en cada uno de ellos.

El primero de los que cita es el ocurrido el 25 de diciembre de 2009 en la plaza del Obradoiro, en un piso de una séptima planta con cuatro personas atrapadas, que resultaron intoxicadas, y con un bombero que sufrió quemaduras. El tiempo de respuesta fue de siete minutos, pero los Bomberos no encontraron tomas de agua por los alrededores del edificio. El segundo incendio que cita ocurrió en la parroquia de los Desamparados el 5 de diciembre de 2015. Los Bomberos tardaron tres minutos y varias personas fueron atendidas por inhalación de humo en el ambulatorio.

El 24 de enero de 2017 hubo un incendio en un piso bajo de la calle Ciudad de Carcagente. Fueron evacuadas diez personas y a otras ocho se las confinó en sus viviendas. Cuando llegaron los Bomberos, el incendio estaba muy desarrollado, con llamas hacia el exterior y explosiones. El cuarto y más reciente fue el fuego de la calle Alfonso Grosso, el 25 de junio de 2018, originado en la cocina de un piso ubicado en una primera planta. La familia se refugió en el balcón, de donde fue rescatada por unos vecinos y por los Bomberos, que tardaron diez minutos en llegar al lugar.

De los seis hidrantes revisados en el estudio, sólo dos funcionan correctamente y únicamente uno de ellos tiene una señalización correcta. El estudio del SAB detalla que hay una señal de hidrante equivocada, que en realidad marca la ubicación de una arqueta de saneamiento, en la avenida de Ciudad de Chiva frente a la entrada peatonal de la plaza de las Monjas. El estudio constata los problemas de accesibilidad en los lados más largos de los bloques, tanto por la presencia de coches aparcados como de jardines interiores.

La cancela, abierta tras el incendio. La cancela, abierta tras el incendio.

La cancela, abierta tras el incendio. / M. G.

El informe concluye en que la zona está cubierta en cuanto a la cercanía de parques de bomberos, pero destaca que éstos se pueden encontrar dificultades como obstáculos en vías y calzadas y aéreos (es decir, elementos colocados en las fachadas), así como la falta de disponibilidad de agua.

"En nuestras inspecciones oculares, siempre hemos encontrado vehículos aparcados en las zonas de giro" de los camiones, dice el estudio. El documento también hace una serie de propuestas de mejora, como aumentar el número de bocas de hidrantes, la señalización correcta de la red de las mismas, que los que ya existen funcionen todos correctamente, que la presión de trabajo esté entre 3 y 5 kilogramos por centímetro cuadrado y que las tapas de los hidrantes estén correctamente mantenidas para que puedan abrirse sin dificultad.

Este material sirvió de base a IU y Adelante Sevilla para elaborar la moción que finalmente fue aprobada. Durante su intervención, el portavoz de IU, Daniel González Rojas, no quiso "alarmar ni preocupar" pero advirtió que el plano de la red de hidrantes debe estar actualizado y pidió que el Ayuntamiento elabore un estudio de cada uno de los distritos, así como trabaje en la concienciación de los vecinos y ponga en marcha un programa de simulacros.

Por su parte, la concejal de Participa Sevilla Cristina Honorato destacó que el Ayuntamiento debe contar con una cierta planificación en esta materia y no "actuar de apagafuegos, nunca mejor dicho". La moción fue aprobada por unanimidad, pero desde entonces hasta ahora apenas se ha traducido en medidas concretas más allá de una declaración de buenas intenciones.

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