El rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, inauguró el pasado 15 de octubre la escuela infantil El Nido del Paraguas, la tercera con la que cuenta la Hispalense y que está ubicada en la zona del Campus Pirotecnia, junto a la facultad de Ciencias de la Educación.

Esta escuela infantil se asoma a uno de los laterales de la Nave del Paraguas en una prolongación de su propio espacio interior. La superficie construida es de 645 metros cuadrados en dos plantas, a lo que hay que sumare los 518 metros cuadrados de patio de recreo.

Posee un total de ocho aulas infantiles, de 30 metros cuadrados cada una de ellas, diferenciadas en tres categorías según la edad de los niños, y cuenta con un total de 104 plazas. Además, dispone de conserjería, zona de ubicación de carritos, almacén y sala de usos múltiples.

La cercanía a la facultad de Ciencias de la Educación no es casual sino que sirve para que los alumnos del grado en Educación Infantil puedan realizar sus prácticas, al igual que harán los de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte una vez que finalicen las obras que convierten la Nave del Paraguas en un pabellón polideportivo.

Además de su función docente, el nuevo centro está destinado a atender las necesidades de conciliación de la vida laboral, familiar y personal de los miembros de la comunidad universitaria. Las plazas no ocupadas por estos pueden ser solicitadas por cualquier otro ciudadano.

Con la apertura de la escuela infantil, sólo queda la finalización de las obras del pabellón polideportivo para que la Nave del Paraguas de la Pirotecnia quede definitivamente reutilizada por la Universidad de Sevilla para cubrir las necesidades de las enseñanzas educativas infantiles y deportivas de la facultad de Ciencias de la Educación.

La Nave del Paraguas, de la que sólo se conservaba su estructura metálica, era un antiguo taller de pirotecnia edificado en los años 40 del pasado siglo, tomando como referencia la nave similar de la antigua fábrica de la Hispano Aviación de Triana. La normativa califica esta nave como de grado D de protección, lo que obligaba a la conservación de su estructura metálica.