Betis Baloncesto-Surne Bilbao | La crónica

El Betis Baloncesto corre decidido hacia la salvación (86-78)

  • El primer gran paso de Montero hacia la canasta es el que dio el equipo de Casimiro hacia la permanencia con su victoria sobre el Surne Bilbao

  • Ventaja de un triunfo sobre el Granada, que perdió en Santiago ante Obradoiro

BJ Johnson tira a canasta con gesto de seguridad ante la defensa de Rabaseda.

BJ Johnson tira a canasta con gesto de seguridad ante la defensa de Rabaseda. / Raúl Caro (Efe)

El pabellón de San Pablo sonó como nunca esta sufrida temporada cuando acabó en triunfo el partido ante el Surne Bilbao (86-78). Sonó con un atronador grito de esperanza. De verde esperanza.

El triunfo, forjado bajo un admirable trabajo coral en el último cuarto (26-18 de parcial en él), supuso un enorme paso hacia la permanencia: el Covirán Granada había caído un rato antes ante el Obradoiro en Santiago y, con su éxito ante el cuadro bilbaíno, los béticos ya disfrutan de una victoria de ventaja sobre los granadinos cuando sólo quedan tres jornadas por jugarse y la segunda de ellas deparará la visita de los nazaríes a San Pablo. La dinámica positiva es un hecho: cuatro victorias en los últimos seis encuentros.

Si no está poblada la enfermería, el Betis Baloncesto es un buen equipo de la Liga Endesa, claro que sí. Y esta vez, Luis Casimiro, en su siempre competente dirección desde el filo de la cancha, no tenía que lamentar ausencia alguna en una jugada o en un tiempo muerto. Estaban los que son. Y como hay un ramillete de jugadores realmente buenos, la formación verdiblanca empezó a carburar.

Jean Montero, con ese primer paso casi imposible de frenar ene esta liga, volvió a decidir en el último cuarto, al que se llegó con empate a 60. Ahí emergió el elegido como mejor jugador joven de la Liga Endesa. A la estela de sus agilísimas piernas y de su limpísima clase le siguieron desde fuera Cvetkovic y, desde dentro, Pasecniks, que por fin recordó al de su primera etapa.

Tener a Gerun y a Tyson Pérez, también a Pasecniks, le procuró un franco dominio de la pintura en los dos primeros cuartos a un equipo bético quizás un punto pasado de rosca. En defensa, obligó al Surne Bilbao a jugársela en incómodos tiros exteriores. Andersson o Radicevic acertaron menos de lo conveniente.

Y en la otra bombilla, las capturas ofensivas empezaron a caer sin remisión en el segundo cuarto. Hasta ocho. Fue la clave para que el Betis se marchaba al descanso con una apreciable ventaja (42-35) después de un triple de Tyson Pérez con apenas dos segundos de posesión.

Uno y otro aceleró cada posesión en esos dos primeros cuartos. Faltó pausa. Y sobraron las pérdidas, cuya relación es directamente proporcional a la velocidad del juego. El primer cuarto fue especialmente atropellado y en espera de que alguien pusiera algo de cordura y finura al asunto, se consumieron los primeros diez minutos con una acentuada igualdad (22-22).

Después de que Reyes anotara un afortunado triple con Maronka colgado de la chepa (28-30, minuto 15), llegó el turno para Pargo desde el perímetro. Cuando está on fire es una ametralladora. Cuatro de cuatro en triples, 14 puntos para un parcial de 9-1 y el Betis que trata de escaparse (37-30, a falta de 3.30 para el descanso). Tyson aumentó la diferencia con un triple sobre la bocina (42-33) y al final del segundo cuarto se llega 42-37 gracias, sobre todo, a esos nueve rebotes ofensivos, ocho de ellos en el segundo cuarto.Andersson lideró la reacción vasca, que con un parcial de 2-11 obligó a Casimiro a pedir un tiempo muerto (49-51) y en un triple de Adam Smith acabaron las ínfulas vascas (49-54 , minuto 23).

Un triple de BJ Johnson, un posterior palmeo de Pasecniks y un parcial de 8-0 conducen al empate a 60 al final del tercer cuarto. Y ahí fue donde decidieron ese primer paso letal de Montero, la chispa de Cvetkovic y, eureka, Pasecniks. Su gancho para el 81-70 a falta de dos minutos liberó al pabellón. El martes, visita a Girona con mucho menos plomo en las piernas.

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