La Catedral de Sevilla ha anunciado este martes la vuelta al templo de la pintura El Triunfo del Sacramento de la eucaristía, de Francisco de Herrera, tras ser sometida a una intervención de restauración en el Museo del Prado de Madrid para "devolver el esplendor" a la obra. Allí formó parte de la exposición Francisco de Herrera El Mozo y el Barroco total.

Los trabajos de restauración y análisis de esta obra se han llevado a cabo en los talleres del Museo del Prado por la especialista María Álvarez-Garcillán, quien "ha devuelvo a la pintura todo su esplendor", según ha trasladado la Catedral de Sevilla en un comunicado de prensa.

El lienzo presentaba varias patologías, entre las que destacaban algunos "levantamientos puntuales, pérdidas de estratos y restos de barniz oxidado que alteraban el cromatismo real de la obra", además de algunos "repintes puntuales" y "gran cantidad" de suciedad superficial en el lienzo y el marco.

El Triunfo del Sacramento fue un encargo que hizo la Hermandad Sacramental de la parroquia del Sagrario de la Catedral a este insigne artista hacia 1655 y es un claro ejemplo de la llegada a Sevilla de las corrientes italianas.

La pintura tras su restauración.

El exdirector del Museo del Prado, Alfonso Pérez, ha explicado que se trata de una pieza "fundamental" en la etapa de madurez del autor que "plasma el culmen de la época". Asimismo, ha detallado que "la obra recoge como la Iglesia sostenía la conversión de las substancias del pan y vino eucarísticos en el cuerpo y sangre de Cristo, mientras los diversos grupos protestantes lo negaban".

En este sentido, gracias a esta "notable intervención y exhaustivo estudio de la obra", se han conocido diversos datos que permanecían ignorados. En este sentido, tras la retirada del barniz tan amarillento y denso que cubría la pintura, se han recuperado detalles tan importantes como la firma y fecha de la misma.

De igual modo, han salido a la luz los matices, contraluces, aguadas y veladuras, descubriendo así una "calidad y técnica excepcional" que ha permitido estudiar a fondo la pintura de esta eminente etapa del artista.

La catedral de Sevilla se ha enorgullecido de cómo "se ha visto enriquecida" tras esta intervención y ha asegurado que la obra se podrá contemplar temporalmente en el Trascoro de la Catedral.