El descenso de la población, que afecta sobre todo a los más pequeños de la pirámide poblacional, y la marcha de muchas familias a otras localidades de la provincia o de la región, buscando un empleo o una casa mejor, son varias de las causas que han provocado un fuerte descenso en el número de matriculaciones en la mayoría de los colegios públicos de la ciudad. Y, por ello, el cierre de varios de estos equipamientos.

El último padrón oficial aporta datos más que alarmantes, pues ponen en riesgo incluso el propio desarrollo de la ciudad a medio plazo, con una caída vertiginosa del censo de población.

Así, de 0 a 3 años de edad, la base sobre la que se sustentará el sistema educativo de Cádiz en la próxima década, sólo estaban empadronados a 1 de enero de 2023 (el último dato oficial) 1.559 niños. De ellos, 613 contaban con 2 años de edad, que serán los que el próximo curso entren en Primaria. Un número claramente insuficientes para atender la oferta de los centros públicos y concertados de la ciudad.

Si esta cifra ya es muy baja, su descenso es más que evidente si la comparamos con la que tenía en 2011, cuando el Censo de Población del INE elevaba a 2.946 los vecinos con estas edades en la ciudad. El doble que en la actualidad.

Quienes ahora son los padres y madres de estos 1.559 menores de 3 años en la ciudad, en su mayoría formaban parte de este grupo en 1991. En aquel año se multiplicaba por tres la cifra actual, hasta llegar a 4.644 menores, de los que 1.544 estaban a punto de entrar en Primaria, tres veces más que hoy.