El fallo rubricado por el magistrado Luis Durbán hace suyo el relato de hechos que declaró probado que jurado, que señala cómo sobre las 14:45 horas del 16 de diciembre de 2020 se produjo una discusión entre el acusado y la víctima en la calle Calvario del Castillo Román.

La juez mantiene asimismo el resto de medidas cautelares impuestas al condenado por la presente causa y durante la tramitación de los posibles recursos contra la sentencia.

Por estos hechos, el hombre ha sido condenado al pago de una multa de 12 meses, a razón de cuatro euros al día, por un delito contra la seguridad vial.

La juez declara además la nulidad de la escritura pública de elevación a público de los supuestos acuerdos adoptados en una junta general.

El acusado persiguió y amenazó en reiteradas ocasiones a la víctima durante tres meses a pesar de que fue amonestado por una superior que le pidió "que dejase de molestarla", ya que "se sentía asustada" y le advirtió de que, "si volvía a hacerlo", daría parte al Mando de Personal del Ejercito.

“Sostuvo, al igual que el acusado, que tales heridas fueron causadas por un accidente en el que no participó el acusado, que no llegó a ver lo ocurrido, y que imputó tales hechos al investigado por venganza”, afirman los magistrados.

El fallo de apelación reduce también la responsabilidad personal subsidiaria por impago de las multas de hasta ocho millones de euros impuestas por el tribunal de origen a 40 días cada una.

La sentencia condena a J.M.O.B. por un delito de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas y también impone a su hermano R.O.B. la pena de dos años de prisión como cómplice.

La droga hubiese alcanzado un valor de 11.160.849,6 euros de haber llegado a venderse.

Los perjudicados le habían contratado anteriormente productos financieros, por lo que con ánimo de “enriquecimiento injusto” contactó con ellos a principios de 2012 para realizar nuevas contrataciones de este tipo.