Fernando Quiñones ha ganado un lector. La entrega del premio de novela que lleva su nombre, de la Fundación Unicaja, ha permitido a su ganador, el argentino Federico Jeanmaire, confesar con sinceridad que conocía al autor de ‘La canción del pirata’ solo “de nombre” y que un amigo le espera en Madrid con un ejemplar de sus ‘Cuentos completos’, que el escritor promete leer. Como contrapartida, Federico Jeanmaire ganará también lectores, sumará nuevos y mantendrá fieles, gracias a este premio que logró en su 22 edición con su novela ‘Darwin o el origen de la vejez’, un texto que habla del paso del tiempo, de la vejez y la masculinidad desde la óptica de un hombre de 65 años enamorado de una mujer más joven que él.

El premio ha sido entregado hoy en la sede de la Fundación Unicaja de Cádiz, en un acto en el que Federico Jeanmaire (Baradero, Argentina, 1957) tuvo la oportunidad de escuchar parabienes y alabanzas hacia su novela de parte de tres de los miembros del jurado: Rafael Muñoz Zayas, director de Actuaciones Socioculturales de la Fundación Unicaja; Valeria Ciompi, directora editorial de Alianza que ha publicado la novela, y el escritor y periodista Juan José Téllez.

Federico Jeanmaire, que fue elegido por el comité de selección y por el jurado del premio de entre los más de 1.300 manuscritos que optaron al galardón, agradeció el premio y reconoció ser un lector de Darwin “desde muy pequeño”. Un interés por el autor de ‘El origen de las especies que se debía a que había transitado por su región argentina durante sus viajes y porque, a su juicio, fue el “verdadero asesino de Dios” en detrimento de Nietzsche pese a que era “muy creyente”.

Para terminar de introducir a Darwin en su novela, empezando por el título, Jeanmaire apeló a un reconocido machismo del naturalista inglés que encajaba a la perfección en la referencia a la masculinidad y sus cambios en los últimos 200 años que centra en cierta parte la historia escrita por el autor argentino: “Darwin es un personaje que permite este trabajo”.

Federico Jeanmaire se reconoce a sí mismo como un autor “de una corriente casi renacentista”, un autor que gusta de dejar que sea el lector quien interprete abierta y libremente sus escritos.

Con anterioridad, Muñoz Zayas se mostró convencido de que premiar esta novela –“una gran novela”, dijo– ha sido un acierto: “Quien se acerque a ella tendrá un bonito viaje en el que embarcarse”.

Valeria Ciampi, por su parte, habló de la “fascinación” que le produjo la primera lectura del manuscrito enviado por Jeanmaire: “Un texto con apariencia leve que puede leerse como un divertimento, pero que no es una novela frívola en absoluto”.

Juan José Téllez, finalmente, se congratuló de que este premio permita que la memoria y la literatura de Fernando “siga viva en Cádiz”, al tiempo que se refirió a la novela, que animó a leerla “con gusto y con calma” como “un libro de viajes interiores”.