Huelva Paranormal

Fenómeno paranormal en Punta Umbría

  • Una familia de vacaciones comienza a sentir la presencia de voces extrañas, fuertes olores en la vivienda que tenía alquilada

La presencia de seres extraños es atemporal y reciente.

La presencia de seres extraños es atemporal y reciente.

El caso que hoy les quiero contar sucede hace escasamente unas semanas y tiene como protagonistas a los miembros de una familia que vivieron unas circunstancias muy especiales.

Eugenio y Carmen se trasladaron a pasar una quincena de vacaciones en la localidad de Punta Umbría, siempre les había gustado la playa y creían que era el sitio idóneo, cerca de su casa en Sevilla y poder estar "desconectados" de todo lo que era obligaciones y trabajo. Él funcionario público y ella profesora, con dos hijos, uno de 12 años y otro de 16 años.

Cuando llegan a la casa, cerca de la playa, se instalan y los primeros días son de disfrute, de sol, juegos y de familia, dado que la hermana de Carmen también estaba veraneando allí. Una noche se queda Ángela y Ana, sobrinas del matrimonio, de 13 y 15 años, en la casa, a dormir.

A las dos de la mañana "sentimos unos gritos y unas voces tremendas, pero como de terror. Nos levantamos y nos encontramos a los cuatro niños en el dormitorio, en un rincón y con las almohadas como protegiéndose, como poniéndolas de escudo. Les preguntamos por lo que había pasado, pensando que a lo mejor había un bicho o algo y nos dijeron que no, que sintieron como alguien siseaba como mandando a callar y pensaron que, tal vez, éramos nosotros. La verdad es que estábamos cansados de la playa y no nos enteramos que los niños estaban hablando" decía Carlos.

Carmen prosiguió el relato: "Entonces el mayor nos dijo que sintieron pasos y que cuando pensaban que se asomaría mi marido o yo pues se asomó un señor mayor que los miró y les dijo: "A ver si os calláis" y que comenzaron a gritar no fuera a ser que se hubiera metido alguien en casa. Ellos me dijeron que lo vieron como a una persona normal, de carne y hueso, y que era muy real" afirmaba.

Pensando que igual era broma de los niños -aunque sabían que no mentirían con algo así- siguiendo allí de vacaciones y "notábamos cosas raras. Olores a puro, cuando no fumamos ninguno en casa o de colonia muy penetrante, muy fuerte, tipo Varón Dandy o algo así, antiguas. Luego se escuchaban pasos en la casa y las puertas se abrían solar o se cerraban solas. Los niños se quedaban a ver la televisión un poco y decía que cambiaba sola de canal y eso, claro, ya era un sumatorio".

"Una noche estábamos despiertos y los niños ya dormidos y sentimos pisadas en la cocina y acercarse al dormitorio, entonces vimos una sombra pasar perfectamente. Me levanté y no vi nada pero aquello era real. Entonces si tuve la cosa de estar en una casa con fantasmas o con una presencia. Seguimos allí, nos habíamos gastado el dinero en el alquiler y había que disfrutar, pero me fui por la mañana con mi cuñado a una iglesia y cogimos agua bendita y "regamos" toda la casa, no hubo más problemas excepto a la hora de venirnos que al salir de la casa Carmen dijo, en plan jocoso: "Niños, decid adiós al fantasmas" y entonces se sintió una voz que dijo: "Adiós" y que escuchamos perfectamente. Salimos de allí como alma que lleva el demonio" concluía Eugenio.

Un caso desde luego impactante recién sucedido y que deja a las claras que este tipo de fenómenos es atemporal y que puede afectar al más incrédulo, como Eugenio que, desde ese día, "cree que hay algo más".

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