Las obras de remodelación del edificio del Mercado de San Sebastián comenzarán la próxima semana. Ya se ha procedido al vallado del entorno de la edificación, ubicada en Huerta Mena. Ésta cerró sus puertas el pasado 10 de mayo tras trasladarse los detallistas a las instalaciones provisionales de la Plaza Paco Toronjo. El 30 de abril fue el último día de venta en su interior. Se ha tenido que esperar casi un año para que se inicie la intervención cuyo objetivo es modernizar las instalaciones pero manteniendo su línea arquitectónica. El plazo de ejecución es un año.

Sito en la confluencia de las calles Joaquín de la Torre, Celestino Díaz Hernández, Alonso Morales y García Alonso, el edificio requiere de una intervención integral tanto a nivel estructural como de acabados para adaptarlo a las nuevas normativas. La rehabilitación de la construcción, una edificación emblemática de la ciudad, con una estructura muy definida de pórticos de gran altura, atrio central al que rodea una pasarela abierta, es fundamental para mantenerlo operativo conservando el mismo uso.

La finalidad de la intervención es devolver a la edificación, que data de los años cincuenta, su estado original potenciando el gran espacio central de manera abierta para que puedan visualizarse todos los puestos de una manera conjunta, no compartimentando los espacios. Será una intervención conservadora con la estructura del edificio actualmente enmascarada con la disposición de los puestos. 

Las obras se han adjudicado a la empresa Avanza Solutions & Projects S.L., por un importe de 2.135.338,56 euros (1.764.742,61 euros e IVA de 370.595,95 euros). Del total del presupuesto de la actuación, 1.102.225 euros proceden de los fondos Next Generation, en el marco de las ayudas a los Mercados Urbanos Sostenibles. El Mercado de San Sebastián se actualizará con las directrices europeas en materia de eficiencia energética, sostenibilidad, salubridad, gestión del agua, seguridad estructural y accesibilidad.

En el edificio se mantendrá la fachada original, se reforzará la estructura de los pórticos y los puestos se concentrarán en la planta baja, que tendrá un diseño moderno, con una distribución más amplia y visual. Se liberará la planta superior para usos relacionados con la restauración.

En la planta baja se distribuirán, por un lado, diez puestos de pescado y, por otro, seis de carne. Entre los de carne habrá un ascensor. En el centro se contemplan dos módulos, en el A se dispondrán dos puestos de fruta, uno de comestibles y otro de refino. En el B se colocarán tres puestos de fruta, uno de aceitunas y otro de pan. También contará la planta baja con tres aseos, uno de ellos accesible, así como con despachos del veterinario, seguridad y mantenimiento y del presidente de la asociación de detallistas del mercado; salas de reuniones y de manipulación de productos y otras dependencias de uso interno. 

En cuanto a la planta alta, ésta albergará dos espacios para bares, tres aseos, y una gran sala diáfana, que ocupará el resto de la superficie, destinada a actividades gastronómicas.  

Por otra parte, a un lado del porche, en la parte posterior del edificio, se instalará la cafetería, y en uno de los laterales de la edificación, la churrería. Fuera del inmueble se instalarán dos postes de recarga de vehículos eléctricos, uno destinado al público en general y otro para los vehículos de carga y descarga asociados a la actividad del mercado. Delante de la construcción se habilitarán ocho plazas de estacionamiento en batería. En la planta sótano se encuentra la zona de almacenaje y las cámaras frigoríficas.

Mientras se ejecutan las obras en el edificio de Huerta Mena, los detallistas continuarán en las instalaciones provisionales de la Plaza Paco Toronjo, que están operativas desde el pasado 6 de mayo. Éstas tienen una superficie de 900 metros cuadrados, en la que se han instalado veintiséis módulos prefabricados, uno para administración, nueve pescaderías, cinco fruterías, cuatro carnicerías, una panadería, uno de frutos secos y especias, una churrería, uno destinado a almacén, dos a contadores y uno para aseos.