La Semana Santa es la expresión más hermosa del misterio de la ternura de Dios.

Paladín del capillita, exaltador de verdad, de corazón, y disfrutón máximo de sus cosas.

No es que sea merecedor de un Santo Entierro Grande, sino de cientos, uno cada año si fuera preciso.

Por ellas y por todas las que, día tras día, nos demuestran a todos lo que significa el 8 de marzo.

La igualdad no es una cuestión ideológica, pues está inserta en las directrices del mejor mensaje de amor, el de Jesús.

El Cabildo Catedral da a conocer con esta muestra piezas de primer nivel, que habitualmente no se exponen en la visita cultural.

Palomino no fue un inventor ni un continuista. Fue el impulsor del canon, de lo clásico.

Quiero verte así, Manolo Palomino, ascendiendo la rampa de la vida.

Todo está allí, fundidos los siglos uno a uno por la hermandad que lo venera, que por eso quizás parece siempre igual siendo siempre distinto.

Quizá tengamos que salir de nuestro cómodo lugar y avanzar en una nueva búsqueda de lo que seremos.