Más de 5.000 jóvenes sevillanos participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en Lisboa entre el martes y domingo próximos. Un encuentro universal que evidencia la fuerza que sigue teniendo la Iglesia de Sevilla en España. No en vano, tras Madrid (con 7.000 peregrinos), es la segunda delegación más numerosa del país que acude a esta cita en la capital lusa. Por cierto, un 30% de los participantes sevillanos proceden de las hermandades. 

"Vamos 5.000 peregrinos y hemos de volver 5.000 apóstoles". Fueron las palabras pronunciadas por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, durante la misa de envío de estos jóvenes, celebrada el sábado 22 de julio en la Catedral hispalense. En la homilía, el prelado incidió en un aspecto fundamental que para la Iglesia tienen estas jornadas: el logro de nuevas vocaciones. "La JMJ es para los jóvenes que buscan el sentido de la vida y lo encuentran en Cristo y en la Iglesia. Es un momento propicio para encontrar respuestas a las inquietudes vocacionales", afirmó.

Muchos de los alumnos que en la última década han pasado por el Seminario de Sevilla, en reportajes publicados por este periódico, han admitido que la llama de la vocación prendió en ellos durante la asistencia a una JMJ. En concreto, a la que se celebró en Madrid en 2011, aquélla a la que acudió la Virgen de Regla, titular de la Hermandad de los Panaderos, para participar en el vía crucis presidido por el papa Benedicto XVI. Se trata de una oportunidad única de la Iglesia para encontrar entre la juventud sus futuros ministros, especialmente en una era que, desde el propio Vaticano, se ha dado en llamar el invierno vocacional de Europa por la falta de aspirantes a pastorear el redil católico. 

Los DED, como previo

Buena parte de los peregrinos de la delegación sevillana se encuentran ya en tierras lusas. Los hay que lo han hecho a pie. Son 220 jóvenes que desde el pasado jueves permanecen en Portugal, participando en los Días en las Diócesis (DED). Se trata de las jornadas previas a la cita principal con el papa Francisco en Lisboa. Al frente de ellos se encuentra el obispo auxiliar, monseñor Ramón Valdivia. Han realizado varios tramos andando, como los 11 kilómetros que separan la localidad de Ourém del santuario de Fátima, centro de devoción mariana internacional del país vecino. La estancia es posible gracias a la colaboración de numerosas familias. Según Manuel Jiménez, delegado diocesano para la Pastoral con Jóvenes, "abren sus casas y dan lo mejor que tienen y lo que no tienen para acogernos". "Fue lo que nosotros hicimos cuando se celebró la JMJ en Madrid”, apostilla.

Los jóvenes que participan en los DED, ya en Portugal.

El Arzobispado se congratula de la gran participación que Sevilla tendrá en esta JMJ. No es para menos. Tras Madrid, es la diócesis que más ha movilizado a los jóvenes. Desde que acabara el verano de 2022, han sido numerosas las reuniones matenidas en parroquias para fomentar este peregrinaje. La mayoría de ellas ha cuajado con el envío de participantes, hasta sumar más de 5.000 peregrinos. De ellos, el 30% procede de hermandades, un porcentaje bastante considerable y que hace valer a estas corporaciones como dique contra la secularización de la sociedad. Así las definió el arzobispo emérito, monseñor Juan José Asenjo, durante sus años de prelado. Especial relevancia adquieren aquí los grupos jóvenes cofradieros, de donde también han salido bastantes sacerdotes las últimas décadas. 

El 50% de los jóvenes viene de grupos parroquiales que, como se ha referido antes, se han llevado nueve meses preparando la participación en la cita. El resto procede de la Pastoral Universitaria y Cursillos. En la comitiva se incluyen 43 sacerdotes. Aunque la gran mayoría estará en Lisboa desde el martes, 244 peregrinos lo harán en modalidad fin de semana (5 y 6 de agosto), cuando tengan lugar los actos centrales de la JMJ. Se fletarán 42 autobuses. Cuatro de ellos partieron el pasado jueves para quienes participan en los DED y otros 38 estarán haciendo la ruta entre la capital andaluza y la portuguesa desde mañana, 31 de julio. 

Una cadena de oración

Consciente de la valía que tiene la JMJ para el futuro de la Iglesia, monseñor Saiz hace un seguimiento continuo en su perfil de Twitter de la participación sevillana en esta cita mundial. De ahí que este sábado haya convocado a los fieles de la archidiócesis a una cadena de oración por las vocaciones durante el tiempo que duren las jornadas. Cada día recordará la iniciativa a través de su cuenta personal en redes sociales. 

La JMJ fue instituida por el papa San Juan Pablo II en el año 1984, el pontífice que tanto luchó por frenar la secularizacion entre los más jóvenes. Desde entonces se ha celebrado en países de los cinco continentes con la asistencia de millones de peregrinos. Una fructífera oportunidad para acabar con el invierno vocacional.