Belleza

Guía para volver a la rutina y sacar partido a tu belleza

Algunas rutinas pueden ser muy divertidas si las haces con amigas.

Algunas rutinas pueden ser muy divertidas si las haces con amigas. / M. G.

La facilidad con la que el cuerpo adquiere unos hábitos y se acostumbra a ellos es pasmosa. Por eso, volver del verano y ponerle freno a ciertas rutinas cuesta un trabajo horrible. Ahora, aprovechando que el cambio de estación nos llena la mente de buenos propósitos es el momento de plantearnos nuestros hábitos, reflexionar sobre cuáles deberíamos eliminar y plantearnos incluir algunos nuevos y muy beneficiosos.

A continuación te proponemos una guía con la que trabajar tus nuevas rutinas, adquirirlas para siempre y sacarle todo el partido a tu belleza (exterior e interior). Recuerda que debes sentirte bien contigo misma y sana, en ningún momento te plantees estas pautas como una forma de sentirte esclava de tu cuerpo. Sólo tienes que sentirte a gusto contigo misma gracias a tus nuevas rutinas. 

La hidratación no es sólo para el verano

Has leído en varios posts que el bronceado se mantiene si te aplicas crema y cuidas que tu piel esté hidratada. Por eso, y por los efectos del sol, la sal y el cloro, durante los meses de verano te aplicas crema sin parar. Sabes que tu cuerpo y tu rostro lo necesitan y tú le das lo que demanda. Pero es llegar el otoño y olvidarte de todas las necesidades de tu piel.

Las prisas muchas veces hacen que desatendamos al órgano más grande de nuestro cuerpo pero es el único que tiene memoria y siempre recordará si lo hemos cuidado o no. Tampoco hace falta que te vuelvas loca. Aplica crema sobre tu cuerpo después de ducharte y en tu rostro un par de veces al día (por la mañana y por la noche). Algunas firmas tienen entre sus productos cremas de rápida absorción o de efecto refrescante.

Aplica mascarillas en tu rostro una vez a la semana. Aplica mascarillas en tu rostro una vez a la semana.

Aplica mascarillas en tu rostro una vez a la semana. / M. G.

Usa protección solar todos los días

Si antes hablábamos de que la hidratación, en muchas ocasiones, sólo se limitaba a los meses de verano, aplicar protección solar es harina de otro costal. Parece que sólo nos acordamos de los efectos nocivos de la radiación solar durante los meses de verano, pero la radiación se da durante todo el año y es cada vez más virulenta. En el punto anterior hacíamos mención a la memoria de la piel, y si este órgano es capaz de recordar cómo lo cuidas, jamás olvidará si ha sido maltratado.

Aunque diariamente no notes los efectos del sol en tu piel, a largo plazo se habrá producido un fotoenvejecimiento precoz, en el mejor de los casos. Si nos ponemos en lo peor, no proteger tu piel de los efectos del sol podría derivar en la aparición de células cancerígenas.

Cuidados extra para la piel

Una vez que ya has empezado a hidratar tu piel y usar protección solar te darás cuenta que su aspecto irá mejorando poco a poco. Aprovecha para empezar con otra nueva rutina y ofrécele a tu piel una buena dosis de cuidados extras. No es necesario (ni recomendable) que lo hagas todos los días, sólo que lo lleves a cabo un par de veces por semana para notar los efectos y acostumbrarte a esta nueva rutina. Empieza por lo básico: limpieza, exfoliación y nutrición

Manten una rutina de limpieza y exfolia tu piel una vez por semana. Manten una rutina de limpieza y exfolia tu piel una vez por semana.

Manten una rutina de limpieza y exfolia tu piel una vez por semana. / M. G.

Aplica un gel limpiador según tu tipo de piel (agua micelar, bruma, bálsamo, leche limpiadora...), procede a exfoliar tu piel, utiliza un tónico para cerrar poros y equilibrar el PH de tu rostro y aplica en último lugar tu crema hidratante habitual. Es una rutina sencilla que, además de tener consecuencias beneficiosas para tu piel, puede ser muy positivo para ayudar a relajarte dedicándote un rato a ti misma.

Recurre a productos anticelulíticos para mejorar tu circulación

La piel de naranja existe y, por mucho que lo intentemos, es imposible hacerla desaparecer. Por eso no es recomendable obsesionarse con ella, más bien debemos normalizar su existencia y trabajar otro tipo de necesidades de nuestra piel. Por eso, te proponemos que incorpores a tu nueva rutina aplicar productos anticelulíticos durante la temporada de invierno. Su uso prolongado puede tener pequeños resultados visibles, aunque lo verdaderamente importante son los no visibles.

Durante el año permanecemos mucho tiempo sentados porque el trabajo y la falta de tiempo libre nos lo impiden y las consecuencias se traducen en problemas de circulación que se van agravando con el tiempo. Sin olvidar que el ejercicio diario (aunque sea caminar durante una hora) es la clave para mejorar nuestra circulación, podemos aplicar productos anticelulíticos para paliar un poco los efectos nocivos.

Cuida tu cabello con mascarillas

Hayas o no decidido cortarte el pelo después de verano, cuidártelo durante todo el año debe estar entre tus rutinas de belleza. Un pelo bonito se consigue a bases de mimos, de no abusar en exceso de secadores, planchas y productos químicos y utilizando mascarillas, al menos una vez a la semana. Si tu pelo lo requiere, puedes utilizar un par de días. Recuerda que nunca deben ser en días consecutivos y que al aplicarlas debes hacerlo siempre de medios a puntas. No peques de abusona, puedes conseguir el efecto contrario y pasar de pelo cuidado a pelo grasiento.

Mascarilla capilar nutritiva de Wella. Mascarilla capilar nutritiva de Wella.

Mascarilla capilar nutritiva de Wella. / M. G.

El ejercicio físico debe estar entre tus prioridades

En el confinamiento nos hemos vuelto locas con las rutinas de ejercicio pero llegó el verano y nos olvidamos de que un día fuimos Eva Nasarre. No es que tengamos que obsesionarnos con el deporte (ninguna rutina en exceso resulta positiva), es que incluir el ejercicio entre nuestros hábitos es muy saludable. La vida sedentaria sólo trae consecuencias negativas que a la larga se traducen en problemas de salud. No dejes que el cansancio te pueda y dedícale una hora al día a moverte. Olvídate del bodypum, la zuma o el crossfit, mueve tu cuerpo de la forma que más te plazca, pero muévelo.

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