El que espera, desespera. El refrán popular le viene al dedo al aficionado al baloncesto en Sevilla, ya que el Betis Energía Plus no puede hacer otra cosa ya que esperar acontecimientos entre esta semana y la próxima, pues todo el trabajo que podía realizar en los despachos ya está hecho. Ahora sólo queda mirar desde la barrera los movimientos de Burgos, que apunta, salvo sorpresa mayúscula, a jugar en ACB por fin, y al Gipuzkoa Básket, que busca un patrocinador que apoye la ayuda de las subvenciones públicas (un millón entre la Diputación y el ayuntamiento, cifra parecida a la que dispondrá la entidad castellanoleonesa) para dar el salto.

Hasta el próximo sábado día 15 de julio (la ACB no concreta a qué hora cierra el plazo o si es el 14 a las 23:59) tienen ambos clubes para presentar los papeles para su inscripción, destacando como condiciones el pago de 400.000 euros de la "adquisición del valor de participación en la ACB" y un presupuesto mínimo de dos millones de euros. Será entonces cuando el conjunto sevillano gaste su primera bala.

Si los dos equipos que aspiran a subir cumplen los requisitos y pasan la auditoría externa, el club verdiblanco tendrá que seguir esperando hasta la asamblea del 20 de julio, en la que se decidirá el calendario y el modelo de competición de los próximos años.

La comisión negociadora había alcanzado también un principio de acuerdo con la Federación española (FEB) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) respecto a una reducción de la competición a 16 clubes en 2019 y el modelo de ascensos y descensos para las próximas campañas: uno a partir de que se quedaran la liga en 16 conjuntos. "Dicho texto no obtuvo el respaldo necesario de los clubes en la Asamblea General y no fue aprobado, acordándose continuar las negociaciones para encontrar el modelo de competición adecuado para los intereses del global de los equipos", apuntaba el lunes el comunicado de la ACB.

Hay posturas encontradas. Para bajar el número de equipos hay que pagar una indemnización de 500.000 euros a los clubes de la LEB (por aceptar un solo ascenso). Once de los clubes de la ACB querían que esa cantidad la pagaran los clubes de Euroliga, que se niegan a ello al considerar que un solo descenso es un beneficio para los modestos.

Es este punto al que se agarra el Betis, pues no está descartado una competición que recupere los 18 clubes en liza, plaza extra que sería para el cuadro sevillano. Es, por ejemplo, lo que pide la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP), para la que "una Liga de 18 equipos es lo ideal", según su presidente, Alfonso Reyes. En Francia y en Alemania, por ejemplo, son 18 equipos y en Italia se va a pasar de 16 a 18.

La última bala serán los tribunales, aunque difícilmente tendría efectos de cara a la próxima campaña. La demanda está ya prácticamente preparada porque el Betis insiste que sus derechos fueron vulnerados, ya que la ACB cambió las condiciones de ascenso el 5 de julio cuando en la asamblea del 21 de junio se fijó "la adquisición del valor de participación en 1.939.301 euros y el presupuesto mínimo de 2,3 millones si no hay acuerdo antes del 5 de julio", denunció en una carta el presidente bético, Fernando Moral, a su homólogo en la ACB, Francisco Roca.

En cualquier caso, el Betis ya trabaja en los dos posibles escenarios para los que proyecta como es lógico distintos planes y diferentes estructuras, ya que los ingresos variarían notablemente.