Carreteras

La AP-4, una autopista con más coches pero, sobre todo, con más camiones

Tráfico en la autopista AP-4. Tráfico en la autopista AP-4.

Tráfico en la autopista AP-4. / Miguel Ángel González

Escrito por

· E. M. Cañas

Redactor

Desde que finalizara el peaje en la autopista AP-4, en la Nochevieja de 2019, el tráfico en esta vía, que es la principal y más rápida vía de conexión entre las provincias de Cádiz y Sevilla, el tráfico no ha parado de crecer. Con el paréntesis provocado por la crisis del Covid, que conllevó una limitación de la movilidad, el número de vehículos que utilizan esta carretera ha aumentado exponencialmente, especialmente el tráfico pesado, que se ha multiplicado por tres respecto a las cifras que registraba cuando era obligatorio el pago.

A lo largo de 2023, la autopista tuvo una intensidad media diaria (IMD) de 29.430 vehículos, un 21,8% más del registrado en 2019, último año en el que estuvo operativo el peaje a la altura de la localidad sevillana de Las Cabezas. En los años de mayor tráfico en la AP-4 cuando estaba explotada por la compañía Aumar, se superó ligeramente los 25.000 vehículos al día, un registro alcanzado en 2007.

Eso sí, el tráfico pesado ha tenido un crecimiento exponencial aún mayor. Así, tal y como se recoge en una respuesta del Ministerio de Transportes a una petición de información realizada por el Partido Popular en el Congreso de los Diputados, la circulación de vehículos de este tipo se ha triplicado respecto a 2019. En este sentido, el pasado año se contabilizó una intensidad media diaria de 3.796 vehículos pesados.

Ahora bien, el aumento del tráfico no ha sido homogéneo en los distintos tramos que tiene esta vía que tiene unos 94 kilómetros de longitud aproximadamente. De hecho, ha crecido más en la provincia de Sevilla que en los tramos jerezanos, unos registros que han motivado que el Ministerio de Transporte haya decidido priorizar la ampliación de la capacidad de esta vía con un carril más por cada sentido en la parte sevillana  -las futuras obras se han dividido en dos proyectos, actualmente en redacción-.

Desde que finalizó la obligación de pagar por circular por la autopista, el tramo donde porcentualmente ha crecido menos el tráfico es el comprendido entre los dos accesos a Jerez (Jerez-Norte y Jerez-Sur), concretamente un 5,5% más, cuando en otros puntos los incrementos se han situado por encima del 30%. Pero esto tiene una explicación. Este tramo de la AP-4 era uno de los más transitados cuando aún había peaje dado que sirve de conexión rápida entre la A-381, la autovía Jerez-Los Barrios, la autovía de Arcos (A-382) y la antigua N-IV a través de la N-349 (la carretera que discurre por el norte de Guadalcacín). Numerosos vehículos, especialmente camiones, utilizaban este tramo de la autopista para acceder a estas otras importantes vías de comunicación.

Ahora bien, si antes los vehículos que circulaban con destino o procedentes de Sevilla optaban por desviarse para no pagar el peaje en una de las dos ‘salidas jerezanas’ de la autopista, ahora no tienen por qué hacerlo, de ahí que el tráfico no haya aumentado tanto como en otras partes de la AP-4 -en este tramo se podía circular sin pagar-. 

Mientras tanto, la intensidad media diaria del tramo comprendido entre el acceso norte de la autopista en Jerez y la localidad sevillana de Las Cabezas ha aumentado un 32,5% desde 2019 y un 236% si solo se tienen en cuenta los vehículos pesados. Eso sí, el incremento ha sido superior en entre Las Cabezas y Los Palacios, el tramo que actualmente tiene mayores problemas de circulación por un doble motivo.

Para empezar, el número de vehículos que acceden a la autopista desde la carretera A-471 a la altura del municipio cabecense ha aumentado tras acabar la concesión de la autopista, como era de esperar. Esta carretera canaliza el tráfico entre Sevilla no solo con la localidad de Lebrija sino también con buena parte de la comarca de la Costa Noroeste (fundamentalmente Sanlúcar, Chipiona y Trebujena) por lo que el grueso de los vehículos que antes optaban por continuar por la N-IV a la altura de El Torbiscal para viajar o venir de Sevilla ahora lo hacen por el desvío de Las Cabezas teniendo en cuenta que hay que recorrer menos kilómetros y ya no hay peaje. Por ello, las retenciones, especialmente en verano, se producen en este punto de la AP-4, unos problemas que se acrecientan conforme se acercan en Sevilla por la incorporación de otros tráficos procedentes de Los Palacios o, incluso, Utrera.

En los tramos sevillanos, según los datos recogidos por las estaciones que tiene el Ministerio (los correspondientes al pasado año aún son provisionales), la intensidad media diaria está ya en los 37.800 vehículos, unos 11.000 más respecto a 2020.

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