La NASA ha conseguido descifrar una señal enviada a la Tierra el 3 de marzo por la Voyager 1, tras meses sin datos de la veterana misión, que despegó en 1977 y tras recorrer el Sistema Solar exterior se adentró en 2012 en el espacio interestelar.

Desde noviembre de 2023, la Voyager 1 ha estado enviando una señal de radio constante, pero sin datos utilizables. El problema parece ser uno de los ordenadores a bordo, el subsistema de datos de vuelo, que empaqueta los datos antes de que la unidad de modulación de telemetría los envíe a la Tierra.