Con la Venia

Pedro Sánchez

  • El clima político en España es irrespirable. Dicen que comenzó el 14 de marzo de 2004, cuando Rajoy perdió las elecciones tras el atentado del 11M. Yo diría que empezó en 1993, cuando Aznar no ganó las elecciones contra toda previsión, se creó lo que se dio en llamar el Sindicato del Crimen. Siempre ha habido pausas cuando ha gobernado Aznar y Rajoy. Es como si una parte importante de la derecha española no aceptase otro resultado diferente que un gobierno del PP. Maltrataron a Felipe, luego a Zapatero y ahora a Pedro Sánchez, en estos tiempos con el auge de medios digitales extremistas y propagadores de bulos y con las redes sociales, todo se recrudece. El que quiera dirigir el PSOE y aspire al gobierno ya sabe a lo que se expone. Increpar en público al presidente del Gobierno, a la vicepresidenta, a los ministros, dice más de quien increpa que del increpado, habla bien a las claras de la falta de educación y sentido democrático de los que se dedican a gritarle a los dirigentes políticos. Ya he expresado muchas veces que estoy en contra de la amnistía y que no estuve a favor de la alianza del PSOE con Junts y con EH Bildu, lo que no me llevaría jamás a este grado de crispación que se le ha hecho insoportable para Pedro Sánchez.

  • Afortunadamente ni en la política andaluza ni en la gaditana se vive un ambiente así, será porque gobierna el PP en ambos lugares.

  • Dicho lo anterior, si la reacción del presidente del Gobierno está motivado en el inicio de diligencias por un juzgado de Madrid, que Pedro Sánchez mire a Portugal, donde algo así hizo dimitir a Antonio Costa con un procedimiento judicial que ha terminado en nada, pero ha provocado la llegada al poder de la derecha. Que la mujer del presidente se defienda como cualquier ciudadano.

  • En último lugar, veo raro que la pareja de un presidente se dedique a negocios privados, sea el novio de Ayuso o sea Begoña Gómez, la diferencia es que el primero ha aceptado que cometió un delito contra la Hacienda Pública.Eso por no hablar del narcotraficante que se paseaba con Feijóo