Tres de los cuatro equipos de Huelva en Tercera están en mitad de la tabla con 35 puntos cada uno. Eso provoca que, en teoría, haya pique por agarrar la hegemonía del fútbol provincial en la categoría. Pero teniendo en cuenta que restan cinco jornadas para el final y que ninguno de ellos, a pesar del desahogo, tienen la permanencia asegurada, es posible que la primera frase de esta previa pase a segundo plano. Lo esencial, dicen, es sobrevivir a la temporada, conseguir la salvación. Punto, aseguran. Luego ya veremos.

La Palma, igual invierno que primavera en los últimos tiempos, más de lo primero que de lo segundo, precisa una victoria y algo más por cómo se está poniendo la parte de abajo y porque hay que evitar cualquier arrastre. Por eso se piensa en dos triunfos en los cinco partidos que restan para no tener que hacer cábalas. El equipo de Nacho Molina tiene tres partidos en casa, que en teoría es otra ventaja a tener en cuenta.

Recibe al Ceuta B que es una especie de equipo con el que no te puedes hacer una idea clara respecto a su pensamiento. Estuvo muy arriba, hay quien le descartó poco después y ahora vuelva a tornar el viento a su popa. Es quinto, ha desplazado a Utrera y Puente Genil y la mejora defensiva que ha experimentado es brutal, que sumado a su ataque, excelente, da como resultado su escalada en la tabla. Es, probablemente, uno de los equipos más en forma a estas alturas de campeonato.

Con respecto a La Palma es complicado hacer un pronóstico claro de lo que pueda suponer su aspiración en el partido. Lleva una racha el conjunto de Molina que solo salvó el sufrible triunfo ante el Córdoba B, partido en el que pudo pasar cualquier cosa. No está fino, tiene elementos (bastantes) que están en el toque de corneta al pliegue y hay otros, algunos de los que llegaron en el mercado invernal, que ni están ni se les espera. Para colmo, la portería, una especie de vaivén sin dueño claro y con Julen lesionado para toda la temporada. No sería de extrañar que Nacho acabase la temporada con el pelo blanco de tanto sufrimiento.

A pesar de todo, se supone que la plantilla se habrá concienciado para poder sumar un triunfo. No lo tendrá fácil, pero no se pierde la esperanza que los futbolistas que han mostrado una significante fatiga, hayan tomado algo para poder digestionar mejor. Merecerá la pena el esfuerzo.

El técnico sevillano recupera Álex Pérez, el faro en el centro del campo. Ese futbolista que guía el juego y el espíritu del resto.  A partir de ahí, veremos los disponibles y la predisposición. Llega un equipo que exige al máximo. Si La Palma quiere ganar, entonces tendrá que ponerse al nivel del adversario.