Pablo Casado ha pronunciado un amargo discurso de despedida ante la Junta Directiva Nacional del PP. Quien aún es el presidente del PP será relevado en el congreso extraordinario que se celebrará en Sevilla el 2 y el 3 de abril; también hablará entonces, pero lo vertido este lunes ante sus compañeros ha tenido un tono de reproche. "Lamento todo lo que haya hecho mal, pero también siento la reacción que te tenido que sufrir, creo que no merezco" unos ataques que él calificado de "inéditos en la historia democrática española".

Así que Casado se va porque lo echan, porque la mayoría de dirigentes del PP y de sus órganos decidieron que él es el perdedor de la batalla que ha sostenido con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Casado reveló que el hermano de Díaz Ayuso había cobrado una comisión de 286.000 euros por la venta de mascarillas al Gobierno madrileño. Uno de los pocos miembros de su núcleo duro que le han sido leales hasta el final, Pablo Montesinos, su responsable de Comunicación, había declarado horas antes que Casado había sido objeto de una campaña de "destrucción".

Isabel Díaz Ayuso sí ha asistido este martes a la reunión de la Junta Directiva Nacional, que ha debido celebrarse en un hotel de Madrid, debido a que lo forman más de 400 personas. Esta junta es la que debe votar la convocatoria del congreso extraordinario que revelará a Casado. Son necesarios tres cuartas partes de los votos de los asistentes, pero n habrá mayores problemas, puesto que Casado ya había anunciado su marcha.

El presidente saliente del PP ha realizado constantes alusiones a la "ejemplaridad" y a la "regeneración" del PP, ha recordado que ése fue uno de sus objetivos cuando asumió el liderazgo. "Vine -indicó- con las manos limpias, los bolsillos vacíos y enamorado de España, y así me iré". Ha sostenido que el PP esta situado en el centro político del país, "es la punta del compás del círculo de la mayoría", pero ha alentado a que no compita con los extremos, en referencia a Vox, con una radicalidad de sus planteamientos.  

Lo que sí ha dejado claro, respecto a su sucesor, es que le será leal, "desde este mismo momento". En los primeros asientos de la sala del hotel estaba sentado el posible sucesor, Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta. Justo al lado, uno de sus valedores, el andaluz Juanma Moreno, que a la entrada de la reunión ha abogado por un congreso de "unidad". "Soy optimista , tenemos encauzado el conflicto", indicó. Junto a Moreno y Feijóo estaba el valenciano Esteban González Pons, que es el hombre que presidente el comité organizador del congreso.

La Junta Directiva Nacional está formada por todos los diputados, senadores y eurodiputados, así como por las direcciones regionales y presidentes provinciales, entre otros. El presidente tiene reservado la posibilidad de nombrar miembros de esta junta a su voluntad.