Son las casa de muchos en la ciudad del real de Los Remedios durante los días de Feria y por eso cada año se esmera mucho más su aspecto con detalles, encajes, abaniqueras, espejos y lámparas. Algunas, como en Juan Belmonte 37 tienen su propio piano y una barra única en esta ciudad bajo los farolillos: un auténtico mostrador de madera que el padre de José Antonio Ortega Pineda, Manuel Ortega Domínguez, "el alma de la caseta", se trajo de una casa de vinos que había en la calle San Eloy. Su hijo José Antonio es ahora el presidente de la caseta y el artífice de la decoración que ha merecido el primer premio del concurso del Ayuntamiento de Sevilla para las casetas de un módulo. Son viejos conocidos del concurso porque entre su padre y él han reunido 8 premios acumulados. El accésit es para Herederos del Prado.

Interior de la caseta Juan Belmonte 37.

En las casetas de dos o más módulos el primer premio ha sido para Hispano Club de Sevilla y el accésit para El Club Primitiva Amistad. La ganadora de este año nació a la par que el club en los años 50 del siglo pasado. Una asociación que nació entre los empleados de la oficina de la calle Sierpes. Más tarde se consiguió una subvención del banco Hispano Americano y pasó a llamarse Hispano Club y estar formado por empleados de la entidad.

El mostrador de Juan Belmonte 37, una auténtica barra de taberna en una caseta.

Ya no es así. Aunque aún quedan muchos antiguos del Hispano Americano, incluso del Santander, en sus 960 socios hay también quienes no tienen nada que ver con el mundo de la banca. De hecho, su presidente, Javier Rocha, es abogado.

La caseta –como muchos de sus socios– ha conocido la feria en el Prado y ahora en Los Remedios. “Este premio ha sido gracias al trabajo de muchos que en los últimos años han luchado para que la caseta tenga su sello propio como Rafael Fernández-Castañón, Pepe Luis Rocha, Carmen Ceballos o Manolo Rivas y tantos más. Todo ello con el gran trabajo de Juanlu Lebrero, nuestro decorador”, comentó el presidente de la entidad.

Lebrero es también el decorador de la caseta que ha obtenido el accésit en esta categoría y en la de un módulo. En el año 2018 obtuvo los premios en las dos categorías: un módulo y un módulo o más.La parte noble es de estilo barroco con un techo de volantes de encajes y lámparas de cristal, la central con 18 luces y una en cada esquina con 12 luces cada una. El escenario está presidido por un tapiz con el escudo del club y tiene dos abaniqueras y dos espejos a los lados con detalles de ferias antiguas. El paso a la trastienda es a través de dos arcos con encajes recogidos en formas de cortina. Toda la parte noble está adornada con guirnaldas y centros de flores. Una recompensa a un trabajo que comenzó el pasado 5 de febrero.

Exterior de la caseta Hispano Club

La trastienda es es el reino de Antonio González, que lleva 28 años dando de comer y beber a los socios de la caseta. Algunos de los empleados de Hermanos González casi llevan el mismo tiempo que él en la caseta. “Lo mejor que tiene es el ambiente tan familiar. Hemos visto crecer a niños que se han convertido en padres. Es una satisfacción poder decir que llevamos tanto tiempo aquí. A muchos de los clientes solo los vemos de Feria en Feria y el primer día que nos vemos nos damos abrazos como si fuéramos familia”, explica González.