Feria de Jerez

El Ayuntamiento coge la matrícula a una decena de casetas infractoras

  • Incoa expediente sancionador a varios caseteros por sus reiterados incumplimientos, sobre todo en materia de música

  • No descarta cerrar alguna caseta antes incluso de que acabe la Feria

Ambiente en el interior de una de las casetas advertidas por incumplimientos en materia de música.

Ambiente en el interior de una de las casetas advertidas por incumplimientos en materia de música. / Miguel Ángel González

El debate sobre la necesidad de modificar las ordenanzas municipales de la Feria del Caballo de Jerez vuelve a saltar a la palestra ante la dificultad de dar una respuesta inmediata a los muchos incumplimientos observados en la edición de este año y que desvirtúan el esfuerzo por rescatar los valores tradicionales y el buen nombre de la principal fiesta jerezana.

En declaraciones a Diario de Jerez, el delegado de Cultura y Fiestas, Francisco Zurita, ha subrayado la voluntad inequívoca del gobierno local de hacer cumplir las normas sin excepciones, para lo que anuncia de que, en caso de no poder aplicar sanciones inmediatas frente a incumplimientos reiterados, a la conclusión de la Feria abordará la modificación de las ordenanzas para simplificar y agilizar el enrevesado proceso de aplicación de sanciones.

Los técnicos municipales de Fiestas están trabajando a destajo en la presente edición de la Feria, en la que se han incoado expedientes a cerca de una decena de casetas a las que se han levantado numerosas actas por incumplimientos, sobre todo relacionados con la potencia y el estilo de música, trámite para el que en ocasiones se ha requerido incluso la presencia de la Policía Local.

Según la información recabada por este medio, los informes de los técnicos señalan que los titulares de algunas de estas casetas reinciden en sus incumplimientos nada más levantarse las correspondientes actas pese a las advertencias de las posibles sanciones que puede implicar su actitud.

“Se ríen de nosotros, porque nada más darnos la vuelta, vuelven a poner la música que les da la gana -por ejemplo, reguetón desde primeras horas de la tarde, incluso coincidiendo con la comida- y a todo volumen -por encima de la potencia permitida-”, señala un técnico consultado por este medio.

De momento, el Ayuntamiento ha logrado que al menos seis casetas-discoteca ubicadas en distintos puntos del recinto ferial, también en calles principales, retiren voluntariamente los molestos subwoofer, altavoces de frecuencias graves que emiten un zumbido muy molesto cuando se abusa de su potencia, al hilo de las quejas de casetas vecinas en las que no se ha podido disfrutar de actuaciones en directo de música del estilo aflamencado que establecen las ordenanzas e incluso es imposible mantener una conversación durante el almuerzo por el volumen excesivo de los que se saltan las reglas.

Entre las casetas ‘advertidas’ por sus incumplimientos en materia musical , por citar algunas, figuran Piscinas El Almendral, Makandé, CCOO o Sherrypol, aunque también hay otras, como La Flamenka, a las que se ha levantado actas por otro tipo de infracciones relacionadas con la estructura de la caseta y el uso del espacio al que da derecho la licencia.

El delegado de Fiestas no descarta que antes de que finalice la presente edición de la Feria del Caballo se pueda aplicar alguna sanción, ya sea el precinto del equipo de música o incluso el cierre de la caseta. De no ser así, Zurita asegura que las infracciones no se quedarán sin castigo para la próxima edición, sin más detalles sobre si consistirán en cambios de ubicación o en la retirada de la licencia a los titulares de las casetas.

Cabe recordar que la Asociación de Casetas Tradicionales trasladó en su día al nuevo ejecutivo local del PP la necesidad de adoptar medidas frente a este tipo de incumplimientos para recuperar las señas de identidad de la Feria del Caballo de Jerez, en peligro de extinción por prácticas contrarias a las ordenanzas cada vez más extendidas ante la pasividad de las autoridades locales desde tiempos remotos.

Tras los primeros castigos aplicados en la edición de este año con el cambio de ubicación de varias casetas, los caseteros tradicionales mostraron su confianza en que al Ayuntamiento no le tiemble el pulso a la hora de sancionar los incumplimientos para, al cabo de los cuatro años del presente mandato municipal, lograr que la “Feria sea otra, mucho mejor”.

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