El entrenador del Granada, José Ramón Sandoval, optó ante Osasuna por repetir el once de hace dos jornadas en el Nuevo Los Cármenes contra el Alavés, cuando el equipo ganó por 2-0 para conseguir su segunda victoria de la temporada.

Esto quiere decir que respecto al pasado partido contra el Athletic presentó dos novedades en su alineación, que fueron el retorno a la misma de Pellistri y de Uzuni en los sitios de Antonio Puertas y de Gonzalo Villar. El uruguayo se recuperó del virus intestinal que lo dejó ko en San Mamés para entrar en el sitio de Puertas, baja de última hora por un golpe en la zona costal sufrido en el entrenamiento del sábado, mientras que Uzuni volvió a infiltrarse para no sufrir de sus problemas en un pie relegando al banquillo a Gonzalo Villar.

Con Bruno Méndez asentado como lateral diestro y el dúo formado por Sergio Ruiz y Gumbau como pareja fija de medio centros, Sandoval insistió en el 1-4-4-2 usado desde su llegada al equipo. En el mismo volvió a ocupar la portería Batalla pese a estar, como Uzuni, entre algodones durante la semana.

Osasuna formó con un once condicionado por las bajas, con David García y Budimir como principales ausencias, aunque con la satisfacción del deber cumplido y de haberlo hecho ya todo esta temporada. Con una citación con sólo 16 jugadores de campo, Arrasate apostó por su habitual 1-4-3-3, con los ‘Rubenes’ (García y Peña) en las bandas y el granadino Raúl García de Haro como jugador más adelantado.

Factor Pellistri

El partido fue bastante aburrido en la primera parte, con un Granada impreciso casi siempre con el balón y un Osasuna bastante más fino pero nada incisivo. Tras unos 25 minutos en los que no pasó nada, salvo varias tarjetas a jugadores del Granada muy protestadas por el respetable, llegó el gol local en una buena combinación de izquierda a derecha.

El balón pasó por varios jugadores rojiblancos hasta que Sergio Ruiz, el mejor del partido en el primer tiempo, asistió a Pellistri para que el uruguayo fusilara a Sergio Herrera desde dentro del área. Una llegada peligrosa y un gol. Tuvo el Granada en el primer acto esa eficiencia que tantas otras veces le ha faltado.

Carlos Neva se incorporó bastante al ataque por la banda izquierda, que es justo lo que no hizo por la derecha Bruno Méndez, seguro atrás pero inédito en tareas ofensivas. Gumbau perdió varios balones y se ocultó ante el despliegue de Sergio Ruiz, mientras que los cuatro de arriba fajaron y trabajaron más que lucieron.

Con todo, ese 1-0 al descanso era oro puro para un equipo sostenido en las dos ocasiones que tuvo para empatar el granadino Raúl García de Haro por el argentino Batalla y por el poste de su portería.

Cambios

En el descanso no hubo cambios en ninguno de los dos equipos, deparando la segunda mitad un rápido 2-0 para el Granada, con otra diana de un fino Uzuni tras asistencia de Jozwiak ante una defensa osasunista extremadamente contemplativa. Poco después el propio Uzuni rozó el 3-0 en pleno vendaval de juego local, quien lo iba a decir hace unas semanas.

Obligado a mejorar su imagen y a tratar de remontar, Osasuna se fue arriba, espoleado por la entrada al campo de Ibañez y de Arnaiz en el minuto 55. Sin embargo, Batalla sostuvo de nuevo a los suyos ante Raúl García de Haro y fueron los rojiblancos los que volvieron a perdonar, a la contra ante una adelantada defensa rojilla, con buenas ocasiones de Jozwiak y de Uzuni.

Iban tan bien las cosas que Sandoval no movió su banquillo hasta el minuto 73, que fue cuando Hongla y Matías Arezo reemplazaron a Sergio Ruiz y a Uzuni. El primero se marchó aquejado de problemas físicos tras un despliegue brutal, mientras que el albanés también notaba ya el cansancio. Nada más entrar, Matías Arezo pudo unirse a la fiesta, pero no acertó ante Sergio Herrera.

Los últimos

Sólo seis minutos después realizó Sandoval dos cambios más, con la entrada al partido de Gonzalo Villar y de Callejón por los dos jugadores de banda: Jozwiak y Pellistri, este último aquejado de molestias musculares. No varió nada el plan del Granada, más allá de que en ese 1-4-4-2 usado de principio a fin acabaron ocupando las dos posiciones de extremo jugadores que pueden, y suelen, jugar más por dentro como los citados Gonzalo Villar y Callejón.

Osasuna agotó sus cambios mucho antes, mientras que la última sustitución de los rojiblancos, ya en el minuto 89, fue la entrada al campo de Piatkowski por Rubio. El cambio no fue más que un guiño al polaco y una demostración de que el técnico está satisfecho con todos sus jugadores, ya que en el poco tiempo que lleva en el banquillo del Granada ha habido minutos para todos los hombres de campo salvo Raúl Torrente.