La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Atardecidas que reclaman pinceles

Lástima que no siempre pase algo donde tiene que pasar, en el amarillo albero, pero estas tardes de la primavera sevillana son una delicia en el templo del Paseo de Colón. Y cuando se lidia el quinto resulta de una belleza extraordinaria el contraste del sol que se va y que lanza sus últimos rayos sobre los arcos del doce. Recuerdo cómo en una conferencia dada hace unos años, mi estimado Andrés Amorós lo explicaba a la perfección en una lección magistral de amor a esta tierra. Dijo que la Feria no era más que la excusa para venir a ver la belleza de Sevilla. En estas atardecidas se rompen todos los moldes con el juego de luces y sombras que organiza el sol en su huida sobre la asimetría de los arcos de la plaza. Un espectáculo que si, como en la tarde sublime de Juan Ortega, cuenta con la compañía del diálogo entre torero y toro...

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios