Más moral que el Alcoyano

Ahora lo que se busca es un piso donde pasar la noche y luego miras en qué ciudad está

Coincidirá conmigo, doña Rosita, que si alguien no hace una cosa que puede, es porque no quiere. O no le sales las cuentas, que al caso es lo mismo. Y que no salgan las cuentas no quiere decir que a uno le salgan negativas, basta con que no sean suficientemente positivas o solo menos positivas que otras. Porque habida cuenta que, como descubrió usted en sus prolijos estudios de sociología avanzada, la misión de un empresario es ganar dinero, lo normal será que este siempre se decante por aquel negocio en el que pueda ganar dos en lugar de uno. Que supongo que sería lo que usted también haría llegado el caso. Y a las pruebas me remito. Si existe una demanda de alquiler de larga temporada desde antes de que los empresarios que se dedican a alquilar viviendas turísticas tengan sus casas y no se dedican a darle respuesta, sospecho que será porque les salen mejor la cuentas alquilándoselas a turistas. Porque, como usted bien sabe, nadie fastidia sus cuentas a propósito. Por eso confió poco en el caso que le harán a la petición del alcalde de Málaga para que se metan en ese negocio y reconozco que tiene más moral que el Alcoyano al presentarse en el encuentro nacional de estos empresarios, que han sacado viviendas del mercado de alquiler de larga duración para pasarlo al de viviendas turísticas, y decirles que deshagan lo andado.

Claro que, contra el vicio de pedir, la virtud de no dar. El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos ha hecho la estatua ante la petición de regidor y, no solo no ha recogido el guante, sino que se ha preguntado si España puede permitirse no ofrecer este tipo de oferta. Le ha faltado cuestionarse si nuestras ciudades se pueden permitir un modelo de turismo que genera una riqueza insuficiente para compensar el incremento del coste de la vida que acarrea y que termina por expulsar a su propia población. Eso sí, para compensar, ha aportado una nueva justificación del funcionamiento del sector: si el turista no encuentra aquí esta oferta de alojamiento, se irá a otros países. Hasta ahora siempre había elegido el sitio al que quería ir y luego buscaba el alojamiento. Se nota que nos hacemos viejos, querida amiga. Ahora lo que se busca es un piso donde pasar la noche y luego miras en qué ciudad está. Será por la falta de vivienda a un precio asequible.

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