La hermandad del Rocío de San Fernando, que será la encargada de abrir el cortejo oficial de la Magna Mariana, se ha puesto en camino pasadas las tres y media de la tarde desde la iglesia conventual del Carmen, hasta donde el viernes fue trasladado el Simpecado en un rosario de antorchas compartido por todas las hermandades.
A los sones de los maestros piteros, la carreta ha salvado la puerta del templo para dirigirse hacia la plaza del Rey.
Llama poderosamente la atención las mejoras que se han acometido en la carreta aprovechando la Magna, con la introducción de artísticos dibujos y de apliques de orfebrería que brindan una renovada estampa de los rocieros isleños en la calle.
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