Los artesanos que trabajan para la Semana Santa hacen una llamada de atención para sobrevivir a la crisis económica que se avecina. En un comunicado, su presidente, el bordador Francisco Carrera Iglesias, reclama "sensibilidad" a las hermandades y a las administraciones para que ayuden al sector y puedan seguir creando arte para engrandecer a las hermandades, a la ciudad y, al mismo tiempo, seguir creando riqueza y empleo.

Los artistas ya sufrieron los duros avatares de la anterior crisis económica, cuando los encargos se redujeron al mínimo y muchos talleres artesanales se vieron obligados a cerrar o a prescindir, en el mejor de los casos, de un buen número de trabajadores. La Asociación Gremial de Arte Sacro surgió, precesiamente, a raíz de esa crisis para defender los intereses de un sector único y autóctono, con más de cinco siglos de actividad, y promocionar sus creaciones y darse a conocer.

Ahora, ante una situación incierta debido a la falta de ingresos y los ajustes que deben hacer muchas hermandades, alzan de nuevo la voz para que no se les olvide. "Las circunstancias actuales ponen en peligro empleos y la supervivencia de nuestro tejido empresarial, formado por artesanos y pequeños empresarios", sostiene Carrera Iglesias, que añade que la inmensa mayoría del gremio está formada por autónomos que han tenido la capacidad de crear muchos puestos de trabajo y engrandecer a las hermandades son su arte a lo largo de los siglos: "Ahora más que nunca estas hermandades, que son nuestros principales clientes, deben tener en cuenta a este tejido productivo para que no desaparezcan puestos de trabajo, pues formamos parte de las esencias más profundas de las mismas".

La asociación señala que trabajarán para conseguir el apoyo necesario para volver a la normalidad y que superarán esta situación, aunque no será fácil, por lo que, insiste Carrera Iglesias, "os necesitamos más que nunca".