El nuevo y polémico edificio levantado en la calle Santander no deja de sumar críticas. La última procede de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel Hungría, que ha enviado un escrito a la Asociación de Defensa del Patrimonio Histórico Andaluz (Adepa), mediante el cual respalda la demolición de una construcción -situada a escasos metros del conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- que a pocos ha dejado indiferente.

Un apoyo más para Adepa. La asociación conservacionista no ceja en su empeño de acabar con esta nueva construcción, obra del arquitecto Antonio González Cordón, por considerarla "impropia" debido a su cercanía con la antigua muralla amohade y por ubicarse en la zona de "amortiguamiento" del enclave monumental más visitado de Sevilla, conformado por la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias.

Hace meses el apoyo llegó de la madrileña Academia de Bellas Artes de San Fernando, que mostraba su rechazo a este edificio. En su escrito mencionaba la afección a los restos de la referida muralla (lo que infringe la ley de Patrimonio Histórico) y que la construcción "desentona ostensiblemente con el lugar".

A estas críticas se ha sumado ahora la sevillana Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría. En una reciente misiva, su presidenta, la marquesa de Méritos Isabel de León, responde que "con el fin de ganar tiempo sin esperar a que pueda celebrarse algún Pleno de la Academia, estoy en contra de esta construcción y de que se haya dado permiso para levantarla". La presidenta de esta institución insiste en que el lugar que ocupa debería haberse reservado "para la dignificación y ennoblecimiento de los restos de la muralla almohade que en ese solar se conservan".

La marquesa de Méritos considera que en lugar de "aumentar el valor de los monumentos que actualmente pueden contemplarse en el conjunto histórico" se ha logrado lo contrario. "Ciertamente no ha venido a enriquecer, sino a empobrecer, al integrar en él un toque de modernidad que resulta escandaloso", refiere Isabel de León en el escrito enviado a Adepa.