Sevilla

El Cristo de las Mieles de las Esclavas

El Cristo de las Mieles de las Esclavas.

El Cristo de las Mieles de las Esclavas. / Juan Carlos Muñoz

El Colegio de las Esclavas de Sevilla conserva el boceto del Cristo de las Mieles. Realizado en yeso, esta imagen es el modelo previo a ser fundida la escultura en bronce, aunque presenta cambios con respecto a la escultura final. Este periódico pudo comprobar hace unos años el lamentable estado en el que se encontraba la obra de la mano de José León, historiador, conservador de bienes culturales y responsable del proyecto de restauración del Cristo de las Mieles.

Durante muchos años este Cristo de Susillo, hoy hecho jirones, permaneció en el patio del colegio, en un altar de cerámica cubierto por un tejaroz de madera con tejas vidriadas. Un lugar mucho más noble para una escultura de primerísimo nivel. Durante las obras de ampliación de la casa, la pared donde se veneraba fue derribada y el Cristo, al ser retirado, sufrió daños de importancia. Del patio y las miradas y rezos de las alumnas pasó a esta estancia sobre la iglesia donde hasta hoy permanece en silencio y casi olvidado.

El rostro del Cristo de las Mieles de las Esclavas. El rostro del Cristo de las Mieles de las Esclavas.

El rostro del Cristo de las Mieles de las Esclavas. / Juan Carlos Muñoz

Este modelo es un testimonio de primer orden en la ejecución del Cristo de las Mieles y revela información nueva sobre el trabajo directo del artista, sus peculiaridades técnicas y su concepción de la escultura. Se merece una restauración para que sea colocado en un lugar mucho más digno.

El entierro de la hermana del cardenal Spínola

El entierro de la hermana del cardenal Spínola. El entierro de la hermana del cardenal Spínola.

El entierro de la hermana del cardenal Spínola. / D. S.

Esta fotografía del año 1944 es prácticamente el único testimonio gráfico que conservan las religiosas del Sagrado Corazón en su archivo. Se trata del  entierro de Rosario Spínola, hermana del cardenal Marcelo Spínola, quien fue segunda madre general de la congregación, fallecida el 9 de noviembre de 1944. Se observa al fantástico Crucificado en su ubicación en el patio del colegio antes de la ampliación.

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