Un acuerdo de estabilidad para el Ayuntamiento de Sevilla que el Partido Popular niega y Vox ve encaminado. La resaca del pacto secreto alcanzado por ambas formaciones para la entrada en el gobierno municipal del partido de Santiago Abascal tras las elecciones europeas que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio dejó versiones contrapuestas. El compromiso negociado en Madrid, muy similar al firmado en Segovia, trascendió de la esfera municipal. José Luis Sanz optó por quedarse en el despacho y que hablara el portavoz municipal de los populares.

Las relaciones con Vox dividen internamente al Partido Popular, hay quienes consideran que se debe normalizar ante su electorado la participación de la derecha populista en los gobiernos de coalición y quienes, como el PP andaluz, prefieren mantener una distancia visible. En este asunto se ha impuesto la segunda opción, negando por activa y por pasiva la coalición en la que el partido de Abascal tendría al menos dos delegaciones en el Ayuntamiento.

Los populares se apresuraron a desmentir desde todos los niveles el acuerdo adelantado por este periódico, y fueron más allá, al negar que haya cualquier negociación o conversaciones en ese sentido. El secretario general del PP-A, Antonio Repullo, aseguró que no hay abierta ninguna negociación para la entrada de Vox en el gobierno municipal.

Repullo afirmó que “ni la dirección nacional de mi partido, ni la dirección autonómica, ni tampoco el equipo del Ayuntamiento han abierto ningún tipo de negociación”. Lo que está haciendo el PP-A es “trabajar para hacer la ciudad que los sevillanos quieren y necesitan” porque, en su opinión, Sevilla tiene un gobierno “que aporta seguridad y que trabaja diariamente por el interés general de todos los sevillanos”. Al respecto, hizo un llamamiento al resto de formaciones políticas para que “tengan esa misma responsabilidad facilitando un presupuesto que sirva a los sevillanos para progresar en su ciudad”.

Sobre el acuerdo de estabilidad, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, señaló a preguntas de los periodistas a su salida de un acto en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en Granada, que no le consta que se hayan producido contactos.

La versión contrapuesta fue la de Vox, donde garantizaron tanto a nivel nacional como municipal que se lleva negociando tiempo para integrarse en el gobierno de la ciudad. El secretario general del partido, Ignacio Garriga, así lo dijo: “Hemos estado hablando, estamos hablando y hablaremos”. Recordó que el equipo de Sanz no tiene mayoría absoluta “y necesita un socio para gobernar”, pero Vox nunca jugará “a las estrategias de la vieja política” de retrasar la publicación del acuerdo porque haya elecciones europeas.

“Cuando se suscriba un pacto, se aplicará de inmediato”, comentó Garriga, quien aseguró que “conversaciones las hay desde el día después de las elecciones”. Este acuerdo de estabilidad alcanzado para Sevilla es calcado al de Segovia, donde después de las elecciones europeas también se formalizará el pacto –que se encuentra ahora mismo roto por una filtración de Vox– para lo que resta de mandato y en el que se establecen las medidas a acometer para garantizar la estabilidad institucional e impulsar las reformas, las inversiones y las políticas de ese municipio castellano-leonés.

Los detalles del acuerdo de estabilidad

Cuenta con medidas concretas como la elaboración y aprobación conjunta de los presupuestos anuales, de las ordenanzas fiscales y sus modificaciones, y las revisiones del planeamiento urbanístico. En lo referente a la gestión del pacto de estabilidad, Vox entrará en Segovia a formar parte del gobierno asumiendo la Concejalía de Comercio, Industria y Mercados. También ocupará la quinta tenencia de Alcaldía y formará parte de la Junta de Gobierno.

Antes del 7 de julio se creará una comisión de evaluación, control y seguimiento del acuerdo integrada por igual número de miembros de cada grupo, con presidencia alternativa de cada uno de ellos y con el objetivo de supervisar el grado de cumplimiento del acuerdo y fijar los objetivos estratégicos. Se reunirá con carácter ordinario cada dos meses y con carácter extraordinario siempre que cualquiera de las partes lo estime oportuno.

Tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, Sanz tuvo garantizada la investidura sin necesidad de llegar a un pacto de gobernabilidad con Vox. La suma de los 14 concejales del PSOE y Con Podemos-IU era insuficiente para plantear una candidatura alternativa a la lista más votada. Pero gobernar en minoría es una carrera de obstáculos que no ha podido resolver. El partido de Abascal manifestó desde el primer día su disposición a entrar en el gobierno con al menos dos delegaciones. Todo quedó en modo espera hasta la primavera. Ahora le toca a Sanz rematar unas negociaciones que tiene lista a falta de la firma.