salud

El Macarena entra en el 'olimpo' nacional de la cirugía oncológica peritoneal

  • El Grupo Español de Cirugía Oncológica Peritoneal acredita la buena práctica del centro en la aplicación de cirugía citorreductora y quimioterapia intraperitoneal hipertérmica

  • La acreditación implica que los pacientes serán tratados con la garantía de recibir en cirugía los procedimientos oncológicos más avanzados

  • Operaciones en vivo desde los quirófanos del Macarena

De izquierda a derecha, el jefe de Cirugía General y del Aparato Digestivo del hospital, Salvador Morales, junto a los cirujanos Juan Manuel Castillo y José López.

De izquierda a derecha, el jefe de Cirugía General y del Aparato Digestivo del hospital, Salvador Morales, junto a los cirujanos Juan Manuel Castillo y José López. / Juan Carlos Vázquez

El Grupo Español de Cirugía Oncológica Peritoneal (GECOP) acaba de acreditar la buena práctica clínica del Hospital Virgen Macarena. Una acreditación que implica que los pacientes serán tratados con la garantía de recibir en cirugía los procedimientos oncológicos más avanzados y que se justifica por la experiencia de sus cirujanos en el estudio y tratamiento de la carcinomatosis peritoneal mediante cirugía citorreductora y quimioterapia intraperitoneal hipertérmica, el trabajo multidisciplinar y la formación adecuada de los facultativos para la práctica de esta técnica.

"Trabajamos con el objetivo de convertir el servicio de cirugía general en un servicio puntero en todos los niveles. Creemos que la incorporación de tecnologías es un paso clave en la consecución de ese fin y, por supuesto, para poder llegar a la curación de pacientes más allá del límite que estaba establecido hace años. La inclusión del Hospital Virgen Macarena en este selecto grupo a nivel nacional es resultado de ese trabajo que venimos desarrollando y que, además, nos va a permitir seguir creciendo, codeándonos con los mejores de todo el mundo", destaca Salvador Morales, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del centro.

Para formar parte de este selecto grupo, que actualmente cuenta con una treintena de integrantes, se exige una detallada memoria sobre la experiencia en el tratamiento de pacientes con carcinomatosis peritoneal del hospital, así como de los resultados obtenidos a corto plazo con la aportación de datos de supervivencia. Un trabajo que en el Macarena empezó en enero de 2022 con la aplicación de la técnica en el primer caso y que dos años después ha acreditado 46 pacientes a los que se les ha aplicado esta modalidad terapéutica. Para ello, cuentan con un equipo multidisciplinar en el que, más allá de los cirujanos, anestesistas, enfermería, oncólogos o ginecólogos también juegan un papel esencial.

"Trabajar dentro de este grupo es la manera de poder darle a nuestros pacientes una asistencia de calidad, basándonos en protocolos totalmente compartidos, con criterios unificados para todos los centros miembros, y es la manera de poder jugar al límite con unos pacientes ante los que se les está abriendo una puerta que hasta hace unos 20 años estaba cerrada", indica el cirujano Juan Manuel Castillo que, junto al doctor José López, conforman la unidad especializada en el abordaje de este tipo de cáncer en el hospital, el cual añade que "la consecución de esta acreditación implica que los pacientes serán tratados con la garantía de recibir los procedimientos quirúrgicos oncológicos más avanzados, realizados por profesionales acreditados, específicamente formados y cualificados en este área".

La carcinomatosis peritoneal es la afectación tumoral del peritoneo. Puede ser primaria o secundaria, es decir, a través de metástasis, siendo ésta última la más frecuente y, fundamentalmente, como consecuencia del cáncer de ovario, colorrectal y gástrico. Su prevalencia es baja, porque se trata de un tumor raro, pero si no se aborda de la manera adecuada, la supervivencia también lo es, inferior a un año e, incluso, seis meses.

En este sentido, Juan Manuel Castillo precisa que la quimioterapia intraperitoneal consiste en administrar directamente la quimioterapia en la cavidad abdominal en el momento de la intervención quirúrgica, cuando va dirigida a aquellos tumores que, por sus características, suelen estar confinados a este espacio. Así, durante el procedimiento, los cirujanos se encargan, por un lado, de retirar todo el tejido tumoral macroscópico a través de una citorreducción, es decir, eliminan el cáncer hasta donde pueden ver con sus propios ojos dentro de la cavidad abdominal, y, a continuación, se incorpora la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica o HIPEC para acabar con posibles residuos cancerosos microscópicos que hayan podido quedar tras la intervención. Todo esto en el mismo momento de la cirugía y con la ayuda de un calentador que la mantiene a una temperatura de 42-43 °C la solución de quimioterapia, que recircula dentro de la cavidad abdominal durante el tiempo que exija cada caso. La media en quirófano ronda las ocho horas y el tiempo de ingreso del paciente tras la intervención, los diez días.

"El objetivo es acabar con todo el residuo microscópico que pueda quedar tras nuestra intervención porque ese el que puede ser el responsable de que en unos meses el paciente tenga una recidiva local y vuelva a aparecer el cáncer", apostilla el doctor Castillo.

Diversos estudios han demostrado que la aplicación de esta técnica "resulta mucho más beneficiosa para el paciente y mejora los resultados con respecto a la administración exclusiva de la quimioterapia convencional", coinciden los cirujanos. Así, con el procedimiento se consigue elevar la supervivencia de los pacientes que presentan un tumor en un estadio avanzado y se logra también mejorar su calidad de vida, puesto que pueden desarrollar una vida normal tras la intervención en quirófano.

En cuanto al perfil del paciente sobre el que poder aplicar estas técnicas, los cirujanos indican que "todo depende de su operabilidad". "Las limitaciones nos da el propio paciente, que cuente o no con un buen estado general, y el tipo de tumor, es decir, que la enfermedad sea a priori resecable en los estudios de imagen preoperatorios", explican. Por su parte, el manejo terapéutico de estos pacientes debe ser consensuado en un Comité Multidisciplinar (oncólogo quirúrgico, oncólogo médico, farmacólogos, intensivistas y anestesistas), especialmente establecido para la valoración de la enfermedad maligna con afectación peritoneal.

"Yo estoy convencido de que el cáncer algún día se acabará, será dentro de cinco años o quinientos, pero mientras tanto hay que seguir trabajando, y, pasos como el que acabamos de dar en este centro son claves en ese avance. Por todo ello, entrar en el Grupo Español de Cirugía Oncológica Peritoneal tiene para nosotros dos significados importantes. El primero, demostrar que lo que se está haciendo aquí es lo correcto, y, el segundo, nos abre las puertas para entrar en grupos de investigación nacional e internacional", concluye el responsable del servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo.

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