Sevilla

La tasa turística en Sevilla, una de las apuestas de Antonio Muñoz

Turistas en la calle Mateos Gago, con la Giralda al fondo.

Turistas en la calle Mateos Gago, con la Giralda al fondo. / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

La imposición de una tasa al turista que duerma en Sevilla es una 'vieja' reivindicación del entonces delegado de turismo y ahora alcalde de la capital hispalense, Antonio Muñoz.

Durante su participación en el Foro Joly celebrado en Sevilla, el alcalde volvió a poner el tema de la tasa turística para Sevilla señalando que "las ciudades que la tienen están recaudando cantidades importantes que pueden servir para mitigar alguno de los efectos negativos que tiene el turismo".

En opinión de Muñoz, que ya defendía esta implantación años antes de que la pandemia dejase en un cajón el debate sobre este impuesto, "si en Sevilla se pagara un euro por pernoctación, obtendríamos siete millones al año. "¿Se imaginan qué podríamos hacer con esa cantidad?", preguntó el alcade sevillano.

El presupuesto para promoción del tercer destino urbano de España, detrás de Madrid y Barcelona, es "de mínimos", en palabras del alcalde. El Ayuntamiento de Sevilla sólo cuenta con 1,9 millones de euros y en estos momentos de recuperación del sector, en los que las cifras remontan tras la pandemia y los destinos vuelven a colocarse en la casilla de salida, contar con un 'empujón' económico como el que aportaría dicha tasa sería bien recibido.

El alcade defiende su implantación al ser un impuesto que no pagarían los sevillanos y se encuentra cada vez más extendido en ciudades con una gran concentración de turistas, "¿acaso ustedes dejan de viajar a Roma o Lisboa por ello?", preguntaba Muñoz a los que le rodeaban tras su participación en el foro.

Oposición de la Junta de Andalucía a la tasa

"La tasa no disuade al turismo y tarde o temprano llegará. No la implantamos porque necesitamos una ley regional o nacional", señalaba Antonio Muñoz. Y precisamente en ese paraguas legal autonómico o estatal es donde el impuesto al turismo en Sevilla ha encontrado su freno.

No lo vio apropiado la Junta de Andalucía cuando Juan Espadas era el alcalde de Sevilla y el signo político en gobierno regional y local coincidían. Ahora, el consejero de Turismo y Deporte, Alejandro Cardenete, ya dijo a principios de este mismo año que "la tasa turística no está ni en el debate, y menos en año electoral".

La tasa turística tampoco ha encontrado en los hoteleros grandes defensores de su implantación al entender que les perjudicaría. Los tour operadores, en los que son más complicados repercutir en precios, tampoco se han mostrado muy favorables a su adaptación.

Baleares y Cataluña ya la tienen, Valencia en trámite parlamentario

En nuestro país solo dos comunidades, las Islas Baleares y Cataluña, gravan a sus visitantes con un aumento en el precio de sus pernoctaciones, mientras que la Comunidad Valenciana tiene una proposición de ley al respecto, para implantar el impuesto como municipal y de carácter voluntario, sobre la que se han pronunciado en contra PP, Ciudadanos y VOX.

Sin embargo y pese a estar avanzado el proyecto valenciano, el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha afirmado que "en este momento no hay ninguna oportunidad de poner la tasa turística en marcha”.

Puig cree que la tasa al turista tiene que tener una implantación acorde a los productos que se ofrecen. Entiende que a determinados productos turísticos les repercutiría negativamente y quizá sobre el turismo urbano no se notaría tanto su incidencia. Por eso cree que debe ser un impuesto municipal y que sea cada ayuntamiento quien decida sobre su aplicación buscando el máximo consenso entre las partes.

Qué es la tasa turística

La tasa turística es un recargo que en los últimos años precedentes a la pandemia se popularizó en diversas ciudades muy demandadas por los turistas. Ámsterdam, Roma, Lisboa o Berlín son algunas de las capitales europeas que la tienen implantada y cobran un suplemento por cada noche que se pasa en algún establecimiento hotelero de la ciudad.

La cuantía varía según las ciudades y se establece en función de criterios como la categoría del alojamiento en el que se hospeda el turista, el número de noches o su edad.

Antes de estallar la pandemia, ciudades como Londres y Dublín manejaban en sus agendas su incorporación que se vio frenada por el covid y que ahora que el sector comienza a recuperarse vuelve a estar sobre la mesa como en el caso de Sevilla.

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