El derbi sevillano

Vuelo con un motor menos

En-Nesyri se interasa por Isaac tras la lesión de éste.

En-Nesyri se interasa por Isaac tras la lesión de éste. / Juan Carlos Muñoz

El plan se truncó con la lesión de Isaac. Sin el lebrijano el Sevilla volaba con un motor menos a la hora de presionar con altura, lo que acabó facilitando la fase de iniciación y con ello la creación de los verdiblancos. Hasta entonces, Nyland no había visto al Betis tocar en terreno sevillista, y el noruego también se quedó sin esa referencia en los reinicios, en esos contraataques que tanto daño hacen en el juego de este Sevilla ahormado por Quique con lo que pudo rebuscar en el vestuario de una plantilla con más polvo que un viejo baúl en un desván.

La ausencia de Isaac también limitó el juego de ataque. Huérfano de esos desmarques a la espalda que tanto dolor de cabeza dan a las defensas contrarias, con Lukébakio el Sevilla fue un equipo más cómodo de defender, lo que se tradujo en que apenas hizo daño en jugadas a balón parado, donde los de Quique sí son un equipo muy poderoso. De hecho, así llegó el gol en el cabezazo de Kike Salas aprovechado la defensa en zona del Betis en un córner.

Defensa

Quique introdujo un cambio con las posiciones de Agoumé y Soumaré. Al camerunés, despistadillo el lunes ante el Mallorca, le dio algo más de libertad dejando al del Leicester de ancla por delante de una defensa en la que la sorpresa fue que el moronense se quedara en el banquillo, ocupando su posición Acuña. La habitual ayuda de Ocampos por fuera era al principio más parecida a la de los partidos de casa. El de Quilmes se soltaba e incluso tapaba como extremo cuando el Betis tocaba, pero siempre muy pendiente para en cuanto los ataques del Betis cogieran altura, acoplarse al lado de su compatriota para cerrar en una defensa de cinco.

Por lo tanto, la lesión de Isaac hizo que Ocampos se fuera metiendo cada vez más atrás y que el Sevilla defendiera cada vez más lejos de Rui Silva.

Por momentos, el Betis superó al Sevilla con superioridad numérica, sobre todo en el costado de Ayoze, con un Jesús Navas a veces perdido y Badé teniendo que salir fuera de sitio.

Ataque

Al avión del Sevilla se le quemó un motor el jueves, al caer Óliver Torres, y otro en la lesión de Isaac. Sin el extremeño, Suso, siendo un enganche de su corte, no tiene su punch para ir y volver. Muy diluido el gaditano ante tanta intensidad y duelo individual, no tuvo nunca un socio que aguantara el balón y no estaba la referencia de los desmarques del bravo delantero lebrijano.

Lukébakio no entendió el partido y formó una pareja con En-Nesyri a la que le faltaba desigualdad, ese complemento de ir cada uno a su estilo.

Virtudes

No perder la cara. Se hizo fuerte por dentro con Soumaré, Agoumé, Acuña y Ocampos a su manera.

Talón de Aquiles

No encuentra soluciones a un plan único, pero eso no es nuevo. La plantilla no ofrece más registros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios