La primera visita que su Alteza Real el Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón (actual Rey de España) realizó a Huelva "coincidió con el despegue económico y cultural de toda una provincia, que se empeñó en subirse al tren del progreso sin perder de vista en ningún momento sus irrenunciables implicaciones iberoamericanas".

Así lo contaba en las páginas de este periódico el por aquel entonces presidente de la Diputación de Huelva, Domingo Prieto, un 12 de octubre de 1991. Aunque, en realidad, fue el día 13 cuando el Príncipe de Asturias presidió una jornada histórica para Huelva. 

Hace hoy 32 años, el Príncipe de Asturias, autoridades civiles y militares, embajadores de América Latina y la Comunidad Europea y el pueblo de Huelva despidieron juntos a los 67 tripulantes que iniciaban la misma ruta que Cristóbal Colón emprendió hacía 500 años desde el puerto de Palos de la Frontera.

Huelva retrasó un día los actos de despedida de las carabelas para compartir con el Príncipe de Asturias la conmemoración de la fecha histórica del Descubrimiento; la capital comenzó sobre las 10:00 los festejos con cohetes y cuatro enormes globos que intentaban vestir de color el cielo de la ciudad para celebrar desde primeras horas el histórico acontecimiento.

La ambientación estuvo a cargo de un grupo de algo más de cien actores que vestidos con trajes de la época de Colón recorrieron las calles con carromatos de avituallamiento para los marineros y gritos de despedida para quienes se aventuraban en esa travesía.

El Príncipe Felipe en el muelle de Levante centró sus palabras en la solidaridad y apoyo que significa la partida y arribada de las carabelas del V Centenaria y deseó a los marineros "feliz travesía y llegada para que al pisar el puerto llevaran el abrazo de los pueblos de España. Que Dios os acompañe y tengáis buenos vientos".

"En las naves que parten hoy van hombres de buena voluntad, y llevan un mensaje de solidaridad" -dijo el Príncipe-, porque aspiramos a que España sea en el 92 un lugar de encuentro de hombres y mujeres de todo el mundo".

Asimismo recordó que fueron Palos de la Frontera, Moguer, Huelva y los pueblos andaluces a quienes "cabe el honor de haber participado en esta empresa que cambió la noción humana"; y continuó diciendo que "el castellano de América no se entiende sin el acento de las gentes andaluzas".

El Príncipe destacó que "los iberoamericanos continuamos los trabajos que se iniciaron hace 500 años con proyectos y actuaciones que quieren conseguir un mundo más solidario, así la Cumbre Iberoamericana representa a un vasto conjunto de naciones que tenemos una raíz común".

Felipe de Borbón recordó que si "importante fue la ida también lo fue la vuelta; la ida sembró la semilla del nuevo continente y la vuelta inició el nuevo mundo universal".

Las naves partieron del muelle de Levante con el permiso del representante de la Corona Española al comandante de éstas.