En el año 2007 adjudicó el Ayuntamiento el proyecto de demolición y posterior construcción del nuevo pabellón Fernando Portillo, que incluía un aparcamiento hasta entonces inexistente bajo el edificio. Aquel proyecto, que asumiría la empresa gaditana San Miguel Promotora, se iba a realizar en pocos meses (15) por un importe ligeramente superior a los ocho millones de euros (8.307.150 euros, en concreto).

Ahora, el proyecto tiene previsión de terminarse 20 años después de lo previsto y su inversión se ha duplicado hasta los 16 millones de euros. Y eso teniendo en cuenta que una parte importante de la ejecución de las obras, que era la construcción del muro de pantalla en toda la superficie que ocupará el aparcamiento, ya está ejecutada y en buen estado, lo que supone un importante ahorro económico que ya en su día el Ayuntamiento abonó a la promotora que no culminó la actuación, en una larga tramitación que no se daría por terminada hasta el año 2013.

En estas dos décadas transcurridas desde un primer proyecto a este último que se contempla han sido varias las propuestas ideadas para la reconstrucción del Portillo, según cita el expediente urbanístico en vigor. De todas ellas, conviene resaltar cómo el anterior gobierno dio un giro al proyecto en julio de 2016 elaborando un nuevo anteproyecto de mucho menor calado “con la intención de asumir los costes de la construcción mediante la enajenación de locales y aparcamientos”, reduciendo el Portillo a una “sala de barrio de menor aforo que el previsto inicialmente” (según dicen los documentos técnicos).

El Pleno de la Corporación logró en mayo de 2017 frenar esta idea y requerir “la construcción de un equipamiento deportivo capaz de albergar competiciones a nivel provincial, regional, nacional e internacional”.