Jerez ha perdido este martes 7 de mayo a uno de sus personajes más queridos, el doctor José María Ibáñez, que nos ha dejado a la edad de 93 años. Ibáñez nació en un pequeño pueblo cercano a Santander pero a los 10 años se trasladó con su familia a Jerez, donde comenzó a cursar estudios en los Marianistas.

Tras completar el primer grado, se matriculó en la Facultad de Medicina de Cádiz y una vez completada la carrera (se especializó en Pediatría y Medicina Interna), comenzó a trabajar en el antiguo Hospital 18 de julio que estaba en la Plaza del Arenal. 

En los años 60 abrió su consulta particular, concretamente en la calle Porvenir número 42, una consulta por la que han pasado varias generaciones de jerezanos durante los cincuenta años en la que atendió a sus pacientes.  

Pero si por algo destacó José María Ibáñez fue por su plena dedicación al ejercicio de la medicina, sin tener en cuenta ningún tipo de distinción social entre sus pacientes. De hecho, cuentan algunos de ellos, que en muchas ocasiones pasaba consulta sin ni siquiera cobrar, de ahí que en Jerez se le conociera también como 'el médico de los pobres' y que fuera una persona especialmente querida por toda la ciudad. 

Su amor por su profesión fue tal que hasta justo antes de la pandemia estuvo ejerciendo la misma en su consulta de la calle Porvenir. Su figura la describía a la perfección el jerezano Rafael Lorente destacando de él "todos estos valores humanos y profesionales", que hacían de José María Ibáñez "una persona de conducta y trayectoria ejemplar que difícilmente se puede encontrar en los tiempos que corren". 

Hace unos años, un grupo de jerezanos intentó sin éxito que el Ayuntamiento le nombrara Hijo Adoptivo de la ciudad. El Consistorio sí le reconoció en 2002 con el Premio Ciudad de Jerez a la Solidaridad. José María Ibáñez deja cuatro hijos, el mayor es médico en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, y varios nietos.    

Su fallecimiento ha provocado una incesante cascada de comentarios y mensajes de cariño y respeto hacia su persona en las redes sociales, donde se destaca esa labor altruista y por supuesto, su amor incontestable por la medicina.