Teatro

‘El Brujo’ repasa a los clásicos del Siglo de Oro en una interpretación memorable

  • El actor, que puso en escena ‘El viaje del monstruo fiero’, descubrió la butaca que lleva su nombre en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar

Rafael ÁlvarezEl Brujo’ no deja de sorprender cuando está sobre el escenario. Este miércoles presentaba en Roquetas de Mar su nuevo montaje teatral, aunque se trate de un monólogo titulado El viaje del monstruo fiero en el marco de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. Antes de la función, El Brujo descubrió la butaca que lleva su nombre en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar.

El viaje duró una hora y cuarto, pero fue suficiente para que el público disfrutara de la puesta en escena y de la verborrea de este genio de la escena. La primera parada del viaje fue el gran homenaje que lleva a cabo a Fernando Fernán Gómez.

El Brujo narraba algunas de las situaciones vividas (reales y otras ficticias) que vivió en el Teatro Español de Madrid cuando Fernán Gómez fue velado tras su muerte y por donde pasó mucha gente del gremio. “Allí estaba José Luis López Vázquez, muy afectado. Allí estaba Fernán Gómez interpretando el papel de difunto y lo bordó”.

Tampoco El Brujo esquiva dejar su sello sobre el escenario al tratar temas de actualidad. “Me pregunto donde están los límites entre la realidad y la ficción. Eso es muy complicado porque últimamente estamos viendo en la política que la realidad y la ficción no sabe uno donde está cada cosa. Como no lo sé voy a tomarme cinco días para reflexionar”, dijo.

El maestro de la escena presenta con su estilo tan personal unos fragmentos de obras clásicas; en este caso un par de capítulos de El Quijote, también varios pasajes de William Shakespeare, con especial incidencia en ‘Romeo y Julieta’; referencias a San Juan de la Cruz y a Santa Teresa.

En un momento dado dio las gracias al Ayuntamiento de Roquetas de Mar por concederle una butaca en el Auditorio que lleva su nombre. “Sea quien sea quien gobierno en Roquetas, yo la butaca la cojo”, bromeó al tiempo que subrayó que “ya tengo otra butaca en El Ejido y otra aquí, y en Valladolid otra y ya son tres. Me faltan 497 butacas para tener mi propio teatro”.

Sobre el escenario, El Brujo evoca a la figura de Lope de Vega y se pregunta quién es el monstruo fiero. “A veces se me va la pinza, y estoy mejor. El otro día en un pueblo empecé haciendo ‘La odisea’ y acabé haciendo ‘El Lazarillo’. La gente me dijo nos ha gustado mucho en general”, palabras que provocaron la risa en el público.

El Brujo mantiene al público atento en todo momento, a su palabra se unen sus movimientos y sobre todo sus gestos. Es un actor muy especial y peculiar ya que siempre hay una gran conexión con el público. El miércoles, en Roquetas de Mar, El Brujo también deja entrever cosas que le han pasado en su vida.

En muchos casos parece que el actor esté improvisando y en muchos lo hace. Es un maestro de la palabra y tiene tanto bagaje que tiene salidas para todo. En este ‘viaje del monstruo fiero’ nada escapa a su sarcasmo y comicidad: la literatura de los clásicos y sobre todo los personajes del mundo actual, en especial políticos de todos los partidos.

Con una escenografía sencilla, un vestuario de cierta elegancia, aunque por momentos recuerda la forma de vestir de Chaplin y la compañía del músico Javier Alejano, que subraya acciones con el violín o el pandero, Rafael Álvarez ofrece un espectáculo de gran brillantez. El público lo pasa bien e incluso se les queda algo corto esta actuación. Al final, el monstruo fiero es el actor del Siglo de Oro. Todo desvelado y todos felices. El Brujo es mucho brujo.

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