La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Turbamulta camino de ninguna parte

Estamos en Feria y resulta que el domingo, cuando la luz acababa de encenderse, aquello era una turbamulta camino de ninguna parte. Casetas que en otro tiempo eran oasis placenteros se habían convertido como por ensalmo en una suerte de camarote de los Hermanos Marx. Morir de éxito es algo que se está poniendo de moda mientras en la calle suenan tambores de guerra por obra y desgracia de algunos émulos de Hitler. Y ambas cuestiones, la masificación ferial y los tambores de marras, parecen la causa de que el personal afronte la vida como si no hubiese un mañana. Pero el mañana siempre llega y la duda es la de con qué ropajes nos cogerá, si enjaezados de feriante o con el chaleco antibalas. Oyes el telediario y te impele el deseo de irte a la Feria, pero cuando estás en ella no sabes para dónde tirar.

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