Este es el sueño hecho realidad de seis amigos “muy cerveceros” que llevan años dándole vueltas a la idea de crear su propia cerveza, una versión de esta bebida que regale un sabor “verdaderamente malagueño”. Esta es la historia de Merdellona, la nueva cerveza malagueña que en apenas cinco meses está dando mucho que hablar entre aquellos que la prueban, una lager con un sabor especial, “el punto justo de amargor, ligera, con poca graduación alcohólica y que embriaga por el aroma”, explica Alfonso Rubio. Él, junto a Javier Gómez, Santiago Contreras, Federico Cappa, Antonio Montejo y Jaime Montejo son los artífices de una rubia un tanto especial que desde el mes de enero se puede encontrar en una decena de bares y restaurantes de la capital.

Los seis creadores de la cerveza malagueña Merdellona.

Monkey House, en calle Álamos, fue el primer establecimiento en ofrecer Merdellona y su propietario, Jaime, es uno de los que ha dado a luz esta nueva marca. “Los clientes que la han probado se han convertido en consumidores habituales de esta y es algo que nos dice que vamos por el buen camino”, comenta. Es probablemente el más joven del grupo. Son amigos de toda la vida, algunos familiares entre ellos, que están esforzándose por hacer viable esto que tanto les gusta.

Todo empezó en una reunión casual, entre cervezas, por supuesto. Son muy aficionados a esta bebida y grandes conocedores de la misma. De ahí que se preguntaron: “¿cómo puede ser que no haya una cerveza con un sabor genuinamente malaguita?” Y de una charla sin pretensiones y un rato de risas al botellín de 33 centilitros que está ahora en manos de sus clientes. Apostaron por preparar una receta con personalidad: “un amargor sui generis , que perdure poco, que no agobie, que tuviera aroma y que las personas la tomaran saboreando sus cualidades organolépticas. El aroma, el cuerpo. Un producto de calidad”. Javier Gómez da así las señas de identidad de lo que han creado. “Algo de calidad”, añade Federico Cappa.

Todo ello respetando la denominada Ley de Pureza 1516 -como han querido destacar en el etiquetado-, “una norma de abril de 1516 en la que Guillermo IV de Baviera establecía que la cerveza solo se debía elaborar con agua, cebada malteada y lúpulo”, señala Antonio, considerado el chef de la Merdellona, el maestro cervecero del equipo. Es así que destacan que su producto es totalmente natural y que utilizan única y exclusivamente malta. “Si se añaden otros cereales, como el maíz o el arroz, se abaratan costes y eso es lo que hacen grandes compañías cerveceras, ojo”, sentencia Antonio.

Merdellona se ofrece en bares y restaurantes de la provincia.

Para imprimirle toda la esencia de la Costa del Sol, destacan que hasta el agua que se utiliza es “de perfil malagueño, con unas características y condiciones específicas”. La fabrican gracias a la colaboración con una compañía del gremio, ejerciendo ellos -”los merdellones”, se dicen unos a otros entre risas- como nómadas de la empresa, que les cede medios e instalaciones, se le suministra la receta de la bebida para que la preparen y después Javier, Alfonso, Santiago, Federico, Antonio y Jaime puedan pasar a comercializar en bares y restaurantes.

En estos momentos ellos se ocupan de todo. Para el diseño de la etiqueta, que muestra a una joven rubia de espaldas dándose una ducha, con una imagen de la playa de la Misericordia de fondo -la torre Mónica también está en la estampa-, han contado con la colaboración de la diseñadora Laura Gandul y el ilustrador Adriá Batet. Federico, que es rotulista, ha impreso el cartel y otros materiales, mientras que Javier se ocupa de las redes y el marketing. De las tareas comerciales y de venta a los hosteleros se ocupan unos y otros en las medidas de sus posibilidades. “Ahora mismo intentamos controlar los gastos y tirar de recursos propios para ello”, cuentan.

Primer lote en bares

Gestar Merdellona y que tomara cuerpo ha supuesto una inversión aproximada de 4.000 euros por persona. Ahora mismo el objetivo es que el proyecto sea sostenible y “los planes van a buen ritmo, cumpliéndose los pronósticos”. Tienen en el mercado el primer lote, 5.000 botellines. En cuanto se acaben, marchando la segunda edición. ¿Y lo más interesante? Que estamos ante una cerveza que van a ir afinando contando con los clientes como orientación para llegar a la Merdellona perfecta. Al efecto han publicado en su web, www.merdellona.es, un cuestionario para que aquellos que vayan probándola puedan dar su opinión, que será tenida en cuenta para mejorar el producto final y llegar a esa versión redonda de esta rubia 100% malagueña.

Monkey House, en el centro de Málaga, es el primer local que ha comercializado Merdellona.

Llegados a este punto, seguro que a más de uno y de una les pueda apetecer darle una oportunidad a esta historia, darle un sorbo a este sueño y, por qué no, en breve, pegarle un buen bocado al proyecto, porque en la lista de hitos a alcanzar de estos seis en breve tacharán uno más: El aperitivo Muerdellona. Han ideado un tentempié para maridar los tragos y en unas semanas esperan dar de comer también a malagueños y visitantes una tapa de longaniza, “un salchichón de aquí para una experiencia total”, comentan a Málaga Hoy.

Ilusión tienen a raudales y de ideas y propósitos también andan bien. A día de hoy, como se recoge anteriormente, se encuentra Merdellona en diferentes locales de la provincia, sitios como La Polivalente, el chiringuito Aquí Mismo (Benagalbón) o La Terraza del Ferra (Pedregalejo), que está viendo cómo cada vez tiene más clientes que van allí buscando “su Merdellona”.

Los bares que quieran probarla pueden contactar con ellos a través de redes y los ciudadanos con idea de darles una oportunidad encuentran la opción de tomarla en bares o bien de comprarla por la web y recibirlas a domicilio. “Hemos venido a ennoblecer la palabra Merdellona, que además dice mucho del carácter alegre y desenfadado del producto”, finalizan diciendo estos emprendedores que tienen intención de que cada vez sean más “los merdellones y merdellonas” que se unan a esta pandilla de amantes de la buena cerveza.